El ransomware es un tipo de malware que bloquea los datos o el dispositivo de una víctima y amenaza con mantenerlos inaccesibles.
Existen dos tipos generales de ransomware:
Ransomware de Cifrado (Cryptoransomware): Cifra los archivos y carpetas de la víctima, haciéndolos inaccesibles.
El atacante exige un rescate a cambio de proporcionar la clave de cifrado necesaria para descifrar los datos.
Ransomware de Bloqueo de Pantalla (Screen Locker): Bloquea todo el dispositivo de la víctima, impidiendo el acceso al sistema operativo.
En lugar de iniciar normalmente, muestra una pantalla solicitando el rescate.
Ejemplos de Ransomware:
WannaCry: Un ataque masivo en 2017 que afectó a miles de sistemas en todo el mundo.
NotPetya: Se propagó en 2017 y causó daños significativos a empresas y organizaciones.
Ryuk: Dirigido a grandes empresas y exige rescates sustanciales.
REvil (Sodinokibi): Conocido por ataques de doble extorsión, roba y filtra datos antes de cifrarlos
Cómo evitarlo
Actualiza tu Software: Mantén tu sistema operativo y programas actualizados. Las vulnerabilidades en software obsoleto pueden ser explotadas por el ransomware.
Evita Enlaces Peligrosos: No hagas clic en enlaces de mensajes de spam o sitios web desconocidos. Un clic en un enlace malicioso podría iniciar una descarga automática y propagar el ransomware.
Cuidado con la Información Personal: Si recibes llamadas, mensajes o correos electrónicos solicitando información personal, no respondas si no confías en la fuente. Los ciberdelincuentes pueden recopilar datos para personalizar ataques de phishing específicos.
Realiza Copias de Seguridad: Haz copias frecuentes de tus archivos y datos. Así, si eres víctima de ransomware, podrás restaurar tus datos sin pagar el rescate.
Seguridad de los Puntos Finales: Implementa soluciones de seguridad en tus dispositivos para detectar y prevenir ataques de ransomware.