Windows parece haber dado un paso atrás en sus planes de acelerar la actualización de los equipos de computo de las versiones más viejas de Widows (Windows 7 y 8.1) hacia Windows 10, el nuevo estándar de la compañía.
La empresa, con sede en Redmond, Washington (EUA), había anunciado a comienzos de este año que quitaría el soporte a las versiones menos recientes a mediados del próximo año pero ahora decide ampliar el “período de gracia” hasta por lo menos el año 2020 en el caso de Windows 7 y hasta 2023 en el de Windows 8.1.
Un factor pudo influir en la decisión son los resultados de la adopción de Windows 10 entre los usuarios que tuvieron un año entero para descargar gratuitamente esa versión del sistema operativo.
De acuerdo con un reporte de la firma de análisis de mercado, NetMarketShare, indica que Windows 7 todavía es usado por 47.7% de los usuarios, mientras que Windows 10 contabilizaba una cuota de mercado de 21.13% a finales de julio de este año.