Tecnología
Mureaux, Francia
Europa trabaja contrarreloj en el Ariane 6, una nueva nave espacial de 70 metros de alto con la que aspira a rebajar los costos de lanzamiento para sobrevivir en un mercado donde empresas privadas como SpaceX endurecen la competencia que ya presentaban a las potentes industrias de Rusia, EUA o China.
'Tendremos la misma calidad y fiabilidad que con el Ariane 5 actual, pero reduciremos los costos a la mitad', declaró Alain Charmeau, presidente de Airbus Safran Launchers (ASL), compañía formada por la europea Airbus y la francesa Safran para fabricar la nave espacial, cuyo primer lanzamiento de prueba está programado para 2020.
Charmeau, que cuenta con un presupuesto de 'unos 3,000 millones de euros' y un equipo de 8,000 trabajadores para hacer realidad su cohete, se dirigió a los medios de comunicación durante una visita a las instalaciones de 20,000 metros cuadrados al norte de París donde se integrarán las piezas del nuevo vehículo espacial.
Desde allí, el Ariane 6 se trasladará en barco hasta el Centro Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana francesa, que trabaja ya en la nueva rampa de lanzamiento.
El primer objetivo del cohete consistirá en abaratar el acceso al espacio respecto a los 150 millones de euros por disparo del Ariane 5, según la prensa especializada y a falta de información oficial.
El Ariane 5, cuyo vuelo inaugural tuvo lugar en 1996 (y en 2002 la versión en servicio hoy en día), es una nave espacial extraordinaria, pero que se adapta mal a los nuevos tiempos.
El sucesor del Ariane 4 tenía el objetivo de continuar garantizando el acceso autónomo de Europa al espacio y de llevar la industria aeroespacial europea hasta la excelencia.
La meta se alcanzó, en un contexto en el que la calidad primaba sobre los gastos, como atestiguan sus 71 lanzamientos exitosos consecutivos. Pero ahora su supremacía se ve amenazada.
Primero, por sus características: Ariane 5 es capaz de colocar 10 toneladas de carga a órbita geoestacionaria (y hasta 20 toneladas en órbita baja), pero el peso de los satélites de telecomunicaciones está aumentando y dentro de poco no cabrán dos unidades en la nave.
El Ariane 6 será más flexible y podrá colocar entre 5 y 10.5 toneladas en órbita geoestacionaria, según su configuración.
Y segundo, por el desafío que plantean los nuevos competidores, como el proyecto de naves espaciales reutilizables de la estadounidense SpaceX, y los viejos rivales, como los rusos Soyuz y Protón, menos fiables pero más baratos.
Lejos de estar muerto, el Ariane 5 se comercializará hasta 2020, por lo menos, pero terminará por desaparecer cuando entre en pleno rendimiento el Ariane 6, en 2023.