Según los expertos, las exhaustivas jornadas laborales, los proyectos que exigen formar equipos de trabajo y las oficinas cada vez más reducidas donde la convivencia se vuelve aún más cercana, favorecen el surgimiento de relaciones entre colegas. Una encuesta del Wall Street Journal reveló que un 40% de los consultados confesó haber tenido un romance de oficina en algún momento de su carrera.
El problema, dicen los expertos como Alfredo Luna, académico del Centro de Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y Luis Felipe Calderón, de la Universidad Esan Graduate School of Business, no radica en la relación en sí, sino en que estos romances pueden llegar a constituir el punto de partida de favoritismos y conflictos de intereses.
En muchas ocasiones estas relaciones no se saben manejar adecuadamente y entorpecen el clima laboral, particularmente en el caso de los amoríos entre superiores y subordinados, ya que estas relaciones podrían ocasionar tratos injustos y poco éticos.
Los romances de oficina crean inconvenientes en términos de desempeño y rendimiento laboral.