TEGUCIGALPA.
“Hola hijo”....“Te amo (papá) ¿Cómo tengo el rostro?” “Está lastimado, pero con el tiempo va a sanar y con alguna cirugía va a mejorar, posiblemente saldremos del país a Estados Unidos para tu recuperación”
“¿A qué estado?” “Aún no lo sé, aquí está tu familia contigo”... “tengo miedo”... “todo va a estar bien”, “¿Va a ir conmigo? ”Esa fue la primera conversación escrita entre Wilson José Berríos y su padre Wilson Berríos después del vil ataque que sufrió el jovencito con un artefacto explosivo en la inauguración de la Villa Navideña.
Wilson hizo uso de una hoja en blanco y un lápiz para poder comunicarse ayer en horas de la mañana con su progenitor.
36 horas de sufrir el trauma en el rostro, el muchacho pidió con dificultad ver a su padre.El joven permanece hospitalizado en la Sala de Recuperación de la emergencia del Hospital Escuela, está consciente y su estado de salud es estable.
Debido a la grave lesión que sufrió la noche del miércoles, no puede articular palabras.Wilson perdió el ojo izquierdo, tiene la nariz destrozada, sufrió una lesión en los labios y su ojo derecho aún está comprometido. El condenable hecho que lo tiene en esta situación ocurrió mientras trabajaba en una recreovía de la Villa Navideña de Choluteca, un grupo de manifestantes de oposición al Gobierno lanzaron morteros conocidos como cebollas y uno le estalló en la cara.
Fue llevado de emergencia al Hospital del Sur y luego trasladado al Hospital Escuela.Esta tragedia provocada por un grupo de irracionales ha conmocionado a todo el país.
Reporte médico
El cirujano plástico del Hospital Escuela, Carlos Flores, manifestó que cuentan con un microscopio para hacer reconstrucciones con microcirugía, pero solo hay dos médicos para hacer esa labor.“Primero se debe estabilizar el trauma craneal de la parte facial de los huesos de la cara que es lo más importante y de ahí a planear la reconstrucción que va en etapas”, indicó el doctor.
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