El despachador de un punto de mototaxis y un ayudante de buses del servicio rapidito fueron ultimados ayer a balazos en diferentes lugares del sector López Arellano, en Choloma, Cortés.
El primer crimen se registró a las 7:00 am, a media cuadra de la posta policial de la colonia López Arellano, cuando el despachador de uno de los puntos de mototaxis, identificado como Carlos Mauricio Almendárez Rubio (47), alias el Guato, fue acribillado a balazos por un individuo.
Pese a que el asesinato fue a media cuadra de la estación policial, los agentes no capturaron al homicida.
A esa hora, Almendárez estaba en una glorieta del punto de mototaxis y llegó un tipo que le pidió que le vendiera una bolsa de agua. Cuando el ahora occiso dio la vuelta para ir a sacar la bolsa de agua a una refrigeradora, el sicario le disparó varias veces con una pistola. El homicida se fue a pie y a media cuadra del lugar del crimen se subió en una motocicleta color blanco, que había dejado encendida lista para huir.
Los policías de la posta dijeron que al escuchar los disparos salieron a ver qué pasaba y miraron que venían varias personas nerviosas corriendo.
Los policías manifestaron que cuando llegaron al lugar, el homicida ya iba huyendo en la motocicleta y no le dieron persecusión porque en ese momento no había ninguna patrulla en la posta.
Muchas personas observan cómo esta persona fue ultimada a media cuadra de los policías.
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Crimen de ayudante
A las 11:30 am, las autoridades policiales recibieron a través del teléfono de emergencia 911 la denuncia de que en una de las calles de la colonia Inés Carranza, cerca del pasaje La Llanta, habían matado a un hombre.
La Policía informó que unos patrulleros se desplazaron al lugar y corroboraron la existencia del cadáver. El victimado fue identificado como Carlos Arturo Franco Rivera (21), quien era ayudante de rapiditos. Las autoridades policiales indicaron que, según lo relatado por vecinos del lugar, a eso de las 11:30 am escucharon una balacera. Cuando salieron a ver lo que pasaba, se dieron cuenta que un hombre estaba muerto en la calle. Los vecinos manifestaron que no miraron cuántos hombres mataron al joven, quien residía en ese mismo sector.
Las autoridades policiales presumen que la causa de los dos crímenes es el cobro del “impuesto de guerra”, pero no descartaron que existan otros motivos.
Horas más tarde en la colonia Las Colinas, del mismo sector López Arellano, fue asesinada otra persona.