Horas antes de ser abatida en un enfrentamiento armado con un guardia de seguridad de un yonker, en el sector este de San Pedro Sula, Keren Esther Ballesteros Castañeda había protagonizado otro tiroteo, según se dijo ayer, martes.
La joven de 20 años murió tras recibir varios impactos de bala que disparó un guardia de seguridad, pero, horas antes, en el barrio Barandillas, había intentado lo mismo: hacer llegar a los propietarios, en este caso, de un autolote, una nota extorsiva, que repelió un hombre que estaba en ese lugar. Esto habría ocurrido entre las 10 y 11 de la mañana.
TIROTEO
En el segundo tiroteo, el guardia de seguridad resultó herido y fue trasladado a un centro asistencial.
En ese sitio, en una de las avenidas que atraviesa ese barrio sampedrano, quedó una motocicleta tirada en plena vía, y que sería en la que llegó a bordo la joven, cuyo caso está siendo investigado por considerarla miembro de la Pandilla 18, una de las organizaciones criminales que sacude al país con el flagelo de la extorsión.
La Policía informó que el segundo hecho, en el que perdió la vida, fue a las 2:00 pm cuando la mujer llegó al yonker disparando con una pistola y el celador abrió fuego contra ella.
En el cruce de fuego, Keren sufrió cuatro heridas en el pecho que le causaron la muerte.
Las autoridades indicaron que el guardia resultó herido. La joven murió con una nota extorsiva empuñada en su mano izquierda, la cual iba a dejar al negocio y en la que se leía “Contesten el teléfono”.
