Danlí, Honduras
“Silvia Vanessa es una estrella que regó mucha luz como profesional, como hija, compañera y amiga”, comentaba su padre Rodrigo Izaguirre mientras caminaba cerca del féretro de su hija rumbo al cementerio de Danlí.
Al dolor de la familia de Silvia Vanessa Izaguirre, estudiante de Medicina (de 27 años), quien murió en un asalto a un bus, se unieron ciudadanos que repudiaron y exigieron justicia en contra de los que le quitaron la vida a la joven promesa.
Con mucho amor, los padres de la doctora Silvia Vanessa adhirieron al féretro sus animes favoritos.
Acusados
El próximo 4 de abril, tres de los acusados por el asesinato serán llevados ante un juez, donde la Fiscalía deberá presentar pruebas.
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En medio del dolor, el padre de la muchacha pidió que no dejen sueltas a las personas capturadas para que no le sigan haciendo daño a futuros profesionales con éxito.
“Ella al terminar su servicio social iba a una especialidad afuera del país y después sus planes eran sacar otra subespecialidad, tenía muchos sueños”, contó con tristeza su padre.
Al sufrimiento de los familiares se unieron compañeros universitarios y del hospital Gabriela Alvarado, donde Izaguirre hacía su servicio social como requisito para graduarse. Los restos de Silvia Vanessa fueron llevados a la catedral de Danlí, donde fue oficiada una misa, y luego la sepultaron en el cementerio de esa ciudad.
De acuerdo con familiares, emprenderán una campaña en contra de la violencia, en donde Silvia Vanessa será la punta de lanza para que los crímenes no queden en la impunidad y evitar otras muertes de jóvenes inocentes que pierden la vida debido a la criminalidad en Honduras.
Con el lema Ni una menos, los estudiantes de la facultad de Medicina de la Unah se unirán en una vigilia el 2 de abril en Ciudad Universitaria.