Dos supuestos sicarios le quitaron la vida ayer al abogado Marco Antonio Fonseca en la colonia Pradera al sur de la capital.
La Dirección General de Investigación Criminal, Dgic, intenta establecer los móviles del asesinato del abogado Fonseca, ejecutado por los supuestos asesinos.
El sangriento suceso se reportó a las 2:00 de la tarde en un plantel propiedad de la víctima, donde tenía su oficina y funciona un taller de mecánica. La información preliminar que se maneja es que dos malhechores llegaron en una moto roja y le dispararon con una pistola calibre 9 milímetros.
El profesional del derecho expiró al instante de varios balazos, mientras, los criminales huyeron.
La Policía Preventiva montó operativos en distintos puntos de la capital, pero no logró dar con el paradero de los criminales.
Los móviles
Un equipo de la Unidad de Homicidios de la Dgic realiza las pesquisas orientadas a establecer los móviles del hecho e identificar a los responsables para darles captura.
Preliminarmente se tejen dos hipótesis: la primera es que el móvil fueron litigios por tierras, mientras que la segunda es que fueron enemistades personales relacionadas con el desempeño de la profesión.
El jefe de la Dgic Francisco Murillo López confió que hace cerca de un mes Fonseca llegó a presentar una denuncia de que era amenazado de muerte, por lo que unos agentes se movilizaron a verificar lo que sucedía.
Las autoridades policiales no descartan que la muerte del profesional del Derecho esté relacionada con esa denuncia.
Manifestaron que investigarán a profundidad la denuncia interpuesta por el abogado.
Identifican a ejecutados
La Policía indicó que los tres hombres que hallaron ejecutados el jueves en la carretera a Danlí son Óscar René Pérez Escobar, 42; José Rufino Molina, 40 y José René Villeda, 35, quienes, según sus parientes, eran socios en la venta de mercadería, lo que es investigado por un equipo de la Dgic. Ellos residían en La Entrada, Copán.
Requisa
Encuentran casquillos
En la escena del crimen del abogado Marco Antonio Fonseca los técnicos de la Policía de Investigación encontraron una gran cantidad de casquillos de la bala calibre nueve milímetros.
