Las investigaciones de la Policía han establecido que a la secretaria general de la CTH, Altagracia Fuentes, no la mataron por encargo, sino por robarle el vehículo.
Las autoridades policiales tienen pruebas que indican que los autores del crimen son miembros de una banda de robacarros integrada por pandilleros.
Las pesquisas demuestran que la organización criminal que mató a Altagracia ha cometido otros crímenes por el mismo móvil.
Entre esos delitos está el intento de robo de una camioneta Prado, en la cual se transportaban los miembros de una familia que fueron interceptados cerca de Potrerillos, cuando venían del sepelio de un pariente en Olancho, el 16 de febrero de este año. En ese hecho murieron Josefina Zúniga Avilés, 27, su hija Valeria y el motorista de la infortunada dama, José Maldonado Bohórquez. Resultaron heridas otras cinco personas.
La Policía relaciona con la banda de robacarros la muerte de una mujer desconocida, que fue encontrada calcinada en unas cañeras del sector de Omonita, El Progreso, cuyo cuerpo presentaba más de 30 heridas de bala de fusil AK 47 y calibre nueve milímetros.
Fuentes ligadas a las averiguaciones del caso indicaron que hay pruebas científicas que arrojan vínculos entre esos crímenes.
La punta de la madeja del caso la agarró la Policía al decomisar varias armas de fuego pertenecientes a esa banda, entre las cuales hay fusiles AK 47 y pistolas nueve milímetros.
A las armas se les practicó la prueba de balística, la cual demostró que los casquillos encontrados en las escenas de los referidos crímenes fueron disparados por las AK 47 y las pistolas decomisadas.
No encontraron hotel
Fuentes ligadas a la Fiscalía y a la Policía indicaron que el crimen de la sindicalista Altagracia Fuentes y sus dos acompañantes, ocurrido la noche del 24 de abril en la autopista hacia El Progreso, fue un caso fortuito y no por encargo.
Según las investigaciones, si Fuentes, Yolanda Sánchez, otra dirigente sindical, y el chofer Juan Bautista Aceituno hubieran encontrado esa noche hospedaje en un hotel de San Pedro Sula, la historia sería otra.
Las averiguaciones indican que las víctimas no encontraron cupo en un hotel que escogieron y decidieron pasar la noche en El Progreso, Yoro, donde al día siguiente iban a realizar unas diligencias.
Análisis
Los análisis policiales arrojan que los delincuentes interceptaron el vehículo de Altagracia Fuentes a la altura del Puente Marimba con la intención de robárselo.
El chofer de la dirigente sindical intentó escaparse y fue cuando los delincuentes dispararon contra la parte trasera del automotor. La tesis del robo del carro se refuerza porque la autopsia practicada al cuerpo de Fuentes establece que ella fue la que recibió menos impactos de bala.
Otros datos
Según la Policía, en el lugar donde se suscitó la muerte de la sindicalista y sus acompañantes han ocurrido varios robos de vehículos bajo el mismo modo de operar.
Agentes de investigación dijeron que los asesinos no encontraron el dinero que andaba Altagracia Fuentes porque estaba en un doble compartimiento del automotor.
La Policía informó que el vehículo donde se conducía la dirigente sindical y sus acompañantes presentaba más de 60 orificios de bala de fusil Ak-47 y pistola nueve milímetros.
Detalles
Los restos de Altagracia Fuentes fueron enterrados en la comunidad de Cuyamelito, Omoa, Cortés, de donde era originaria.
Altagracia Fuentes fue vista por última vez en un hotel deSan Pedro Sula, donde no encontró cupo para hospedarse.