Mezapa, Atlántida
Estaban a punto de irse a dormir, cuando la familia Muñoz Rodezno fue sorprendida con la llegada de un grupo de hombres armados que violentamente rompieron la puerta de la humilde vivienda en el barrio Brisas del Río en este municipio y los asesinaron.
Las víctimas fueron identificadas como María Lourdes Rodezno (37), Bayron Noel (10), Josué (12), Edwin Raúl (15) y Esaú Muñoz Rodezno de año y medio. Cuatro de los cuerpos quedaron dentro de la vivienda y uno en el patio.
Las autoridades informaron que la única hija del matrimonio de apenas siete años logró salvarse del ataque y fue llevada por las autoridades del Ministerio Público para darle protección.
Las autoridades forenses llegaron a la comunidad para levantar los cadáveres y trasladarlos a La Ceiba para practicarles la autopsia.
La indignación privó en toda la comunidad ante el macabro asesinato, el que calificaron vecinos y amigos como horroroso y cruel.
“Ha sido una crueldad ensañarse con seres inocentes que no tenían culpa alguna de los problemas de los padres. Dios hará justicia, esta tragedia nos deja a todos consternados”, dijo un vecino de la zona que no quiso revelar su nombre.
Hoy en horas de la mañana será el sepelio de los cinco miembros de la familia Muñoz en el cementerio de Mezapa.
Hasta ayer las autoridades recolectaban evidencias e investigaban a un jefe de una banda criminal que opera en la zona a quien vinculan en el caso, para determinar su participación o no en el hecho.
Los hechos
Eran las 7:00 pm del pasado lunes, María Lourdes y sus cinco hijos se disponían a descansar, la mujer revisó que las puertas de la casa estuvieran seguras ante las advertencias de su esposo Saúl Muñoz, quien le pedía que cuando él no estaba en casa debían encerrarse temprano y no abrir las puertas a nadie.
El lunes en la noche así lo hizo, pero a los pocos minutos el miedo se apoderó de todos cuando escucharon que a fuerza de patadas varios hombres intentaban ingresar.
La mujer corrió para proteger a los más pequeños, pero en pocos segundos seis hombres ingresaron a la vivienda y sin piedad dispararon contra todos ellos.
Edwin, el mayor de los hermanos, al ver el ataque intentó huir para pedir auxilio, pero cuando salía de la casa fue alcanzado por las balas que le dispararon sus asesinos, su cuerpo quedó boca abajo tirado en el patio.
En la entrada de la vivienda fue encontrado el cuerpo de Josué; Bayron y el pequeño Esaú fueron asesinados en el dormitorio.
La madre de los pequeños quedó en el cuarto principal, su cuerpo estaba tendido sobre las cajas de ropa y enseres que había empacado. En pocos días, ante las amenazas que tenía su esposo, pensaban huir y radicar se en otra comunidad.
“Ellos estaban a punto de irse, Saúl temía por su vida por unos problemas que desde hace un año enfrentaba con el dueño de un terreno. Esa enemistad es la que ahora deja a seres inocentes muertos”, dijo un familiar.
La niña de siete años logró salvarse, ella se escondió en medio de la ropa que había tirada para evitar ser vista y fue la única que sobrevivió al ataque.
Enemistades
Saúl, el padre y esposo de las víctimas, se enteró de la tragedia de inmediato. Una llamada le alertó de la trágica noticia, el hombre no dudó en regresar a su casa y en su motocicleta salió para Mezapa.
No pudo llegar antes de que su esposa e hijos fueran llevados a Medicina Forense en La Ceiba, llegó en la mañana. Temeroso ingresó el hombre a la casa, se agarró la cabeza cuando contempló la sangre que quedaba como huella del vil asesinato.
“Es una injusticia, yo le pedía a Dios que me pasara algo a mí y no a mis hijos que no debían nada. Ya lo perdí todo, que más puedo perder”, lamentaba el hombre en medio de su dolor.
Muñoz explicó que sus problemas se originaron desde hace un año por unas tierras.
“He sido honrado, pero me mataron a un amigo y lo defendí y por eso querían matarme. El año pasado mandaron a liquidarme y en defensa propia maté al que iba a acabar conmigo y eso me trajo estos problemas. Sabemos quién fue el que mató a mi familia, y espero que se haga justicia”, dijo Saúl Muñoz.
En la Escuela Juan Ramón Molina de Mezapa, los maestros lamentaban la muerte de tres de los que han sido alumnos de ese centro educativo. “No podemos creer que esto ocurriera con estos niños. Dos de ellos egresaron de la escuela en 2011 y 2012. Los otros dos estaban en segundo y tercer grado. Han sido alumnos tranquilos, apartados, y la madre era una de las más colaboradoras”, relató Ana Daysi Díaz.
La Fiscalía promete llegar al fondo del caso. “Lamentamos lo ocurrido, pero se investigará para identificar a los responsables”, dijo Heriberto Martínez, coordinador regional de la Fiscalía del litoral atlántico.