Tegucigalpa, Honduras.
Con amargura y consternación, parientes de las seis personas que murieron en la masacre perpetrada en la colonia Abraham Lincoln retiraron sus cadáveres de la morgue del Ministerio Público.
Las seis víctimas son Rigoberto Hernández Cáceres (de 39 años), Edgar Leonel Herrera Varela (de 37), Olman Rubén Galindo Montoya (33 años) Juan Carlos Velásquez Pavón (27), Luís Miguel García López (21) y Will Antonio Amador Martínez (de 19).
Las primeras investigaciones y los relatos en la escena del crimen revelan que los delincuentes utilizaron en el ataque armas de alto poder como fusiles AK-47 y posiblemente AR-15.
Retiran cuerpos
La espera en las instalaciones de Medicina Forense se tornó tediosa para las familias, ya que tuvieron que transcurrir 12 horas para reclamar al último de los fallecidos.
Dos de los cuatro cadáveres fueron trasladados hasta el municipio de Trojes, El Paraíso, de donde eran originarios.
El policía
Gozaba de su día libre y decidió salir a departir con un amigo después de realizar una llamada telefónica, sin imaginar que su vida daría un giro inesperado.
Olman Galindo, miembro de la Policía Nacional asignado a la Unidad Metropolitana número 2 con sede en la colonia San Francisco, tenía 10 años de pertenecer a la institución armada, manifestaron algunos de sus compañeros, que no salían del asombro por lo sucedido.
Ingresó a la institución en julio de 2006; éramos compañeros de promoción, expresó con manifiesta tristeza un compañero de armas.
Galindo Montoya era padre de seis hijos.
Con su última compañera de hogar, quien también es policía, procreó tres de ellos.
Los restos mortales del uniformado fueron velados por espacio de media hora en la posta policial de Belén, ante la presencia de un buen número de sus compañeros.
Posteriormente lo custodió una comitiva policial hasta la tierra que lo vio crecer, Trojes, El Paraíso, donde familiares y amigos le darán cristiana sepultura. El hecho violento ocurrió entre las 8:30 pm del miércoles, cuando presuntos miembros de una pandilla irrumpieron la relativa calma en la colonia Abraham Lincoln.
Según las primeras pesquisas realizadas por la Policía Nacional, igual número de victimarios llegaron a la zona del sangriento hecho y sin entablar plática alguna descargaron las armas contra los hoy occisos.
Los investigadores de crímenes de alto impacto de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) están realizando el seguimiento de este caso, manifestó el portavoz policial Luis Osavas.
“ Esto puede estar vinculado al control de territorio para la comercialización de drogas”, argumentó Osavas.
Las estadísticas del Observatorio de la Violencia de la Unah establecen que hasta la fecha en 2016 se han registrado 68 masacres en Honduras, en las cuales 267 personas han perdido la vida de manera violenta.
Con amargura y consternación, parientes de las seis personas que murieron en la masacre perpetrada en la colonia Abraham Lincoln retiraron sus cadáveres de la morgue del Ministerio Público.
Las seis víctimas son Rigoberto Hernández Cáceres (de 39 años), Edgar Leonel Herrera Varela (de 37), Olman Rubén Galindo Montoya (33 años) Juan Carlos Velásquez Pavón (27), Luís Miguel García López (21) y Will Antonio Amador Martínez (de 19).
Las primeras investigaciones y los relatos en la escena del crimen revelan que los delincuentes utilizaron en el ataque armas de alto poder como fusiles AK-47 y posiblemente AR-15.
 Olman Galindo deja seis hijos.
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La espera en las instalaciones de Medicina Forense se tornó tediosa para las familias, ya que tuvieron que transcurrir 12 horas para reclamar al último de los fallecidos.
Dos de los cuatro cadáveres fueron trasladados hasta el municipio de Trojes, El Paraíso, de donde eran originarios.
El policía
Gozaba de su día libre y decidió salir a departir con un amigo después de realizar una llamada telefónica, sin imaginar que su vida daría un giro inesperado.
Olman Galindo, miembro de la Policía Nacional asignado a la Unidad Metropolitana número 2 con sede en la colonia San Francisco, tenía 10 años de pertenecer a la institución armada, manifestaron algunos de sus compañeros, que no salían del asombro por lo sucedido.
Ingresó a la institución en julio de 2006; éramos compañeros de promoción, expresó con manifiesta tristeza un compañero de armas.
Galindo Montoya era padre de seis hijos.
Con su última compañera de hogar, quien también es policía, procreó tres de ellos.
Los restos mortales del uniformado fueron velados por espacio de media hora en la posta policial de Belén, ante la presencia de un buen número de sus compañeros.
Posteriormente lo custodió una comitiva policial hasta la tierra que lo vio crecer, Trojes, El Paraíso, donde familiares y amigos le darán cristiana sepultura. El hecho violento ocurrió entre las 8:30 pm del miércoles, cuando presuntos miembros de una pandilla irrumpieron la relativa calma en la colonia Abraham Lincoln.
Según las primeras pesquisas realizadas por la Policía Nacional, igual número de victimarios llegaron a la zona del sangriento hecho y sin entablar plática alguna descargaron las armas contra los hoy occisos.
Los investigadores de crímenes de alto impacto de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) están realizando el seguimiento de este caso, manifestó el portavoz policial Luis Osavas.
“ Esto puede estar vinculado al control de territorio para la comercialización de drogas”, argumentó Osavas.
Las estadísticas del Observatorio de la Violencia de la Unah establecen que hasta la fecha en 2016 se han registrado 68 masacres en Honduras, en las cuales 267 personas han perdido la vida de manera violenta.
