Pese a la militarización y la implementación desde ayer de un doble dispositivo de seguridad en los centros penales del país, los problemas en las cárceles de Honduras continúan.
El pandillero hondureño Jorge Armando Ulloa Cruz falleció hoy ahorcado por algunos compañeros, en un hecho violento registrado en el presidio de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, informó una fuente policial.
Ulloa murió 'ahorcado' por otros compañeros del módulo 21 quienes luego lanzaron al vacío su cadáver desde el segundo piso del inmueble, según dijo escuetamente a periodistas una fuente de la Policía Nacional.
Las autoridades hondureñas realizan las investigaciones para ubicar a los posibles responsables de este hecho, agregó la fuente, que además indicó que Medicina Forense informará sobre las causas del deceso.
Ulloa, quien era pandillero de la Mara 18 estaba preso desde mayo de 2008 por asesinato, atentado y portación ilegal de armas, según el informante.
El homicidio se registra un día después de que militares hondureños asumieron el control del penal de San Pedro Sula y la Penitenciaria Nacional, donde el pasado fin de semana murieron tres presos y otros nueve resultaron heridos en una informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) titulado Situación de las Personas Privadas de Libertad en Honduras señala que el sistema penitenciario del país es 'deshumanizado, paupérrimo y corrupto'. El mismo fue entregado al Gobierno horas antes que se desatara la violencia en el penal de Támara.