San Pedro Sula, Honduras
Fue un ataque sorpresivo, los miembros de la familia Muñoz Castellanos quedaron a merced de al menos cuatro hombres que llegaron hasta la aldea Quelepa en el municipio de Las Vegas, Santa Bárbara, e ingresaron a una finca de café donde está la vivienda en que residían las víctimas.
El hecho criminal ocurrió la noche del primero de enero. Sin mediar palabra, los asesinos abrieron fuego, la lluvia de tiros acabó al instante con la vida de tres hombres que fueron identificados como los hermanos Olvin Alexis Muñoz Castellanos (33), Gaspar Antonio Muñoz Castellanos (37) y Cristian Javier Muñoz Bardales (17).
En el ataque resultó con heridas leves María Isabel Muñoz, esta fue trasladada a una clínica del sector, donde permanece hospitalizada.
Los cuerpos de los tres hombres quedaron tendidos en el piso de la vivienda.
Tras la balacera, los vecinos alertaron a las autoridades policiales, las que llegaron al lugar a eso de las 10:30 pm.
La Policía aún no tiene un motivo ni la identidad de los atacantes. “Hay un avance en las investigaciones que manejan los equipos, esperamos en las próximas horas tener elementos claros en el caso”, informó José Casco, jefe departamental de la Policía en Santa Bárbara.
Los hechos
Eran las 9:30 pm del primero de enero, cuando se perdió la tranquilidad en la comunidad. La familia Muñoz se preparaba para descansar, cuando los desconocidos ingresaron a su vivienda y los atacaron. No hubo tiempo de responder, los hombres fueron abatidos de varios balazos.
Fue un ataque sin piedad, en la escena quedaron esparcidos varios casquillos de pistola calibre nueve milímetros. Tras asegurarse de que los hombres estaban muertos, los asesinos se fueron del lugar.
Una hora después, una patrulla policial de Las Vegas llegó hasta la aldea y acordonó la escena a la espera de la llegada de las autoridades forenses de San Pedro Sula.
El equipo de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) recolectó evidencias que puedan establecer a quién pertenecen las armas que fueron utilizadas.
Tras el reconocimiento de ley, en el momento que las autoridades se disponían a trasladar los cadáveres a Medicina Forense en San Pedro Sula, familiares de las víctimas se opusieron e impidieron que los cuerpos fueran sacados de lugar. Ante la negativa de la familia, el fiscal de turno determinó dejar los cuerpos en el lugar. Ayer la DNIC en Santa Bárbara revisaba el sistema de antecedentes de los fallecidos para determinar si tenían antecedentes penales o alguna denuncia que pudiera determinar el origen del ataque que acabó con la vida de los tres hombres.
