La violencia sacudió la noche del miércoles a la comunidad de Marañones del sector de Guadalupe Carney, municipio de Trujillo, Colón. Una mujer y tres hombres fueron ultimados a balazos cuando se encontraban en un expendio de bebidas alcohólicas.
Dos de las víctimas son Mario Adonis Martínez y su hijo Joel López Ocampo, quien se destacó como jugador de fútbol de la liga mayor del municipio de Bonito Oriental. Se informó que Joel acababa de llegar a traer a su padre cuando ocurrió el ataque.
Los otros dos muertos son José Alfredo Ortiz (de 34 años) y Dinoris Sarahí Quintanilla (de 21), quien trabajaba atendiendo a los clientes en el negocio, pues su madre es la dueña. Tanto Quintanilla como Ortiz vivían en el mismo sector donde se dio el cuádruple crimen.
Testigos indicaron que los tres hombres estaban en el local cuando llegaron individuos fuertemente armados a bordo de una motocicleta y les empezaron a disparar; luego huyeron.
Lastimosamente la joven, quien en ese momento atendía el establecimiento, fue alcanzada por las balas. Los cuatro cuerpos quedaron tendidos en el suelo y todos tenían varias perforaciones de bala, indicaron autoridades forenses.
Objetivo
El comisionado Robert Naín Núñez, jefe departamental en Colón, informó a medios locales que las investigaciones arrojan que Mario Adonis Martínez era el objetivo de los criminales y que tenía dos órdenes de capturas pendientes, aunque no reveló los motivos por los cuales era buscado por la justicia.
Explicó que con relación a los hechos, manejan dos hipótesis; una es que posiblemente Mario Adonis Martínez estaba involucrado en el conflicto de tierras que se mantiene en el departamento de Colón y que esto le acarrearía consecuencias; y la otra es que habría tenido que ver con enemistades por el hecho de las dos órdenes de capturas que pendían en su contra.
Hasta ayer no había un móvil plenamente establecido y tampoco personas capturadas por los crímenes.
