Sin saber que ese jueves 20 de junio sería asesinado, cantando “Tu última noche” de Los Temerarios, Richard Ávila alegre se despidió de sus compañeros de estudios.
Pero estaba estresado por terminar el acumulativo de Matemáticas —única materia en la que estaba reprobado.
Richard es el estudiante del Instituto España Jesús Milla Selva que fue asesinado en la capital el 20 de junio y de acuerdo con versiones recopiladas por este rotativo, tras una jornada de estrés escolar y una canción como despedida, el estudiante fue asesinado 15 minutos después de abandonar el centro educativo.
“Él vino alegre. Ese día sí andaba muy contento, llevaba puesto su uniforme de física porque teníamos esa clase, y cuando salimos para física nos cantó una canción”, contó sollozando, pero con una sonrisa, una compañera de décimo grado de Banca y Finanzas, carrera que estudiaba el joven.
Mensajes de sus compañeros
Con versiones de compañeros, maestros y el director del Instituto España Jesús Milla Selva, se conocieron los instantes previos a que el estudiante fuera asesinado a pocos metros del centro educativo.
En el pupitre donde Richard estaba haciendo su acumulativo, la mañana previa a su asesinato, ahora reposa su recuerdo.
Sus compañeros decidieron rendirle tributo y en ese mismo espacio, con cinta adhesiva, colocaron un lazo (de color café, característico de la cinta) y llenaron el escritorio con mensajes en pedazos de hojas de cuadernos.
“No es un adiós, es un hasta pronto”.“ Voy a extrañarte y también cuando me decías que te diera cinco varas... Te quiero”, dicen algunos mensajes dejados por sus compañeros.
En el respaldo de la silla del estudiante está pegado un lazo que marca el luto que se vive en el salón de clases.
Alex Maradiaga, consejero del Milla Selva, mencionó que el escolar tenía un perfil decente y humilde. “Ese día en el colegio estaba normal, feliz, lo vi. Lo conocí hace apenas unos meses y mostró una excelente conducta; esta situación es muy triste”, expresó.
“Me quitaron la única razón de vivir..”
El 20 de junio, un día lluvioso, Richard Ávila salió del centro escolar acompañado de dos o tres compañeros, según versiones, sin saber lo que sucedería minutos después.

De un balazo en la cabeza sucedió la muerte del estudiante Richard Ávila, quien quedó tirado en la acera de una vivienda ubicada en los bloques cercanos a una calle de tierra que conduce a la colonia San Ángel, en Tegucigalpa.
Públicamente Margarita Nieto Palma, madre del joven, expresó: “Era mi único hijo, me quitaron la única razón de vivir... Ya no tengo miedo, porque en este país no hay ley, no hay justicia”.
La Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida del Ministerio Público (MP) aseguró a este rotativo que han avanzado un 80% en la investigación, pero no revelaron detalles.
En este caso, hubo dos personas detenidas, pero fueron liberadas el día del crimen. Según la Policía Nacional, este caso estaría relacionado con el tráfico de drogas.