El pánico se apoderó de los pasajeros de un bus ejecutivo cuando la unidad se quedó sin frenos en plena marcha por la 33 calle de San Pedro Sula.
El conductor, al notar la falla mecánica, alertó a los pasajeros con un grito desesperado: “Agárrense, no tenemos frenos”. De inmediato, dentro del autobús se escucharon rezos y súplicas, como el de una mujer que clamó: “En el nombre de Dios, Padre eterno, cúbrenos. Dios dirígenos”.
El bus pertenecía a la empresa Expreso del Caribe, que cubre la ruta Puerto Cortés - San Pedro Sula. Un pasajero grabó los angustiosos momentos en los que el conductor maniobraba la unidad, intentando evitar un desastre en la transitada vía.
A pesar de sus esfuerzos, el choque fue inevitable. Tras varios segundos de tensión, el bus sin control terminó impactando contra otro autobús detenido en un semáforo.
El incidente, aunque alarmante, no dejó víctimas fatales, pero puso en evidencia los riesgos y la falta de mantenimiento en el transporte público del país.