De nuevo, en menos de una semana, un guardia de seguridad es el responsable de un crimen. Esta vez en El Progreso, un comerciante y un empleado de la Municipalidad fueron ultimados a balazos por un guardia.
El violento hecho ocurrió ayer dentro de un carwash, donde hay otros negocios en una plaza ubicada en la primera calle y primera avenida del barrio Las Delicias del ribereño municipio entre las 6:30 y 7:00 am.
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Las víctimas fueron identificadas como Allan Enrique López Aguilar (de 24 años), quien laboraba en la Unidad Ambiental de la Municipalidad de El Progreso, y José Guadalupe Ramírez Hernández (de 49), un comerciante que administraba un local dentro de la plaza donde ocurrió el doble crimen.
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De acuerdo a testigos, el guardia de seguridad discutió con Ramírez Hernández al parecer por un sistema de cámaras de seguridad, el celador molesto sacó la pistola y le disparó.
Las balas alcanzaron a Allan Enrique López, quien murió en el local. Ramírez Hernández fue llevado en una ambulancia del Cuerpo de Bomberos al hospital de El Progreso, donde minutos más tarde murió. Tras cometer el crimen el guardia de seguridad huyó y la Policía inició las investigaciones, de acuerdo a lo informado por el oficial Óscar Sevilla, portavoz de la Policía en el departamento de Yoro.
Sevilla informó que el joven Allan Enrique López no era parte de la discusión entre el guardia y el comerciante, quien es bastante conocido en la zona, por lo que su muerte fue circunstancial.
Para saber
Preliminarmente se informó que las dos personas ultimadas a balazos eran padre e hijo, pero esa versión fue descartada.
“Fue una discusión entre unas de las víctimas y el supuesto victimario que es el guardia de seguridad. Inmediatamente se desplazaron equipos para la búsqueda del homicida, otro equipo comenzó con las investigaciones, las entrevistas y la requisa de la evidencia y el móvil principal del hecho se supone que fue una discusión”, agregó el portavoz policial.
Las autoridades del Ministerio Público y los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) luego de hacer el levantamiento de los cadáveres los trasladaron a la morgue de Medicina Forense de San Pedro Sula, hasta donde llegaron familiares de las víctimas.
En menos de una semana es el segundo crimen cometido por un guardia de seguridad. El jueves 22 de diciembre, en Puerto Cortés, un celador interfirió en una pelea entre una pareja de novios y mató al joven de un escopetazo.
