Una denuncia de escándalo público que no parecía de alta peligrosidad desencadenó una tragedia al dejar un policía muerto y tres heridos, entre ellos otro agente policial.
El muerto fue identificado como Héctor Daniel Gómez Rodríguez (de 26 años) que estaba asignado a la posta de la Policía del barrio Guamilito. Los heridos son un empleado del departamento de mantenimiento del hotel, un supervisor de seguridad y otro policía compañero de posta del victimado.
El homicida del agente fue identificado como Emilson Israel Pavón (de 42 años), quien resultó con una herida de bala en uno de sus brazos y se encuentra detenido.
Datos
1__El agente de policía Héctor Gómez Rodríguez era originario de la aldea de Quiaterique, Intibucá, donde será enterrado, informaron sus parientes.
2__El detenido Emilson Israel Pavón será puesto a la orden del Ministerio Público al ser dado de alta en el hospital Mario Rivas.
El hecho se dio a eso de la 1:00 de la madrugada de ayer en el área de recepción de un hotel, ubicado en la 2 calle y la 2 avenida noroeste, del barrio El Centro, esquina opuesta a la Casa Cural.
Tres amigos de Pavón, entre ellos una mujer, que estaban alojados en el hotel y que fueron requeridos por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) manifestaron que estaban bebiendo en el parqueo del establecimiento y Emilson salió del lugar a comprar unos cigarros.
Después Emilson Israel regresó alterado y nervioso porque, según él, unos individuos intentaron subirlo a un carro y lo querían matar. Los amigos de Pavón lo calmaron y se fueron para la recepción del hotel donde siguieron tomando.
A eso de las 12 de la medianoche del sábado empezaron a cerrar la barra del hotel y Emilson y sus amigos se marcharon para sus habitaciones.
Uno de los amigos de Emilson, con quien compartía habitación en el tercer nivel del hotel, manifestó que este después estar un rato en el cuarto le dijo que en la recepción había visto a los individuos que lo querían matar.
El amigo le dijo a Pavón que se calmara y se fue el baño, pero cuando regresó a la cama ya no se encontraba en la habitación. El guardia que estaba en la recepción relató que el huésped le gritó que los individuos que lo querían matar estaban allí y quebró dos envases de refrescos.
El vigilante dijo que en la recepción no había nadie y por eso le extrañaba la actitud del hombre. Emilson se quedó con los picos de las botellas, uno en cada mano, y le insistía al celador que los tipos se encontraban en el lugar y se le iba encima con la intención de quitarle la pistola que andaba en la cintura.
En esos momentos llegó otro guardia a apoyar a su compañero que estaba queriendo controlar al cliente y este les gritó a los vigilantes que lo querían “vender” para que los individuos lo mataran.
Los celadores manifestaron que el hombre les gritó que llamaran al 911 a la Policía para que llegaran a auxiliarlo. Instantes después llegaron unos patrulleros que empezaron a querer controlar al huésped, pero no quería y se mantenía con los picos de las botellas en las manos.
Los agentes en su afán de querer controlar a Emilson le alcanzaron un bote de agua para que se calmara y después él les pidió un celular para hacer una llamada y se lo prestaron, pero seguía agresivo con las botellas quebradas en las manos.
En un momento que el individuo se agachó para manipular el celular uno de los policías se le fue por la espalda para sujetarlo y Pavón le hirió el rostro con uno de los picos de botella.
En esos momentos los otros agentes, uno de los guardias y el supervisor de la empresa de seguridad se le abalanzaron a Emilson para someterlo. Cuando estaban forcejeando con Pavón logró herir al supervisor con una de las botellas quebradas y le arrebató el revólver al guardia y empezó a disparar matando al policía y dejó herido también de bala a un empleado de mantenimiento del hotel.
Los policías repelieron el ataque e hirieron a Emilson Israel Pavón y lo llevaron al hospital Mario Rivas. Los guardias manifestaron que Pavón disparó los cinco proyectiles del revolver de los cuales dos le infirió al policía Héctor Daniel Gómez.
Lealtad
Norma Gómez, tía del policía Héctor Daniel Gómez, dijo que “lamentablemente vivimos en un país donde la delincuencia puede más que la lealtad. Él estaba cumpliendo su deber atendiendo una denuncia. Siempre fue leal a la Policía y lastimosamente murió defendiendo a la ciudadanía”.
Refirió que era hijo único y su ilusión era sacar adelante a su familia, especialmente a su mamá.
“En el país la delincuencia puede más que defender la patria. Él estaba cumpliendo su deber y su misión como todo un policía que ama su trabajo y su uniforme”, expresó.
Gómez describió a su sobrino como un joven carismático y entregado a su trabajo.
