San Pedro Sula, Honduras.
Sin darle importancia a un mal presentimiento revelado por su prima, los hermanos José Luis y Amílcar Vásquez Moreno insistieron en ir a visitar a su abuela a Santa Cruz de Yojoa, el pasado sábado.
Tras terminar sus labores en una fábrica de Búfalo, Villanueva, los hermanos partieron al encuentro con su abuela María Juliana Moreno (de 76 años). Eran las seis de la tarde e iban acompañados de un amigo, propietario del carro en que viajaban.
Llegaron a la comunidad de Los Naranjos, Santa Cruz de Yojoa, y durante la noche compartieron con ella, sin imaginarse que sería la última vez que la abrazarían. A las 7:00 am del domingo 18 de abril decidieron regresar con su amigo que los acompañó durante la noche anterior.
El turismo era conducido por José Luis, su amigo Bayron Josué Rivera iba en el asiento delantero del pasajero y Amílcar viajaba en la parte trasera. Cuando estaban pagando el peaje, en la caseta ubicada en El Tablón, una rastra que venía sin frenos embistió y arrastró el carro unos 200 metros, dejándolos atrapados en el amasijo de metal. Los hermanos quedaron muertos en el interior y su amigo herido trasladado a un centro asistencial de San Pedro Sula.
Advertencia
Ismenia Rodas, prima de los hermanos Moreno, comentó que se encontró a José Luis el sábado y le dijo que no viajara porque tenía un mal presentimiento, pero él, hasta la invitó a que fueran a ver a su abuela, a quien siempre tenían presente y algunas veces la apoyaban con dinero. Ellos regresaban en la mañana del domingo porque uno de ellos tenía que venir a comprar leche y otras cosas para su hijo. Decidieron venirse por la carretera de La Barca y no por Río Lindo, porque estaba en mal estado y era peligroso. “Parece que la rastra venía sin frenos y el conductor pitaba y hacía señas a los demás carros para que se quitaran, otro camión logró apartarse, pero mis primos no lograron verlo y los embistió” dijo.
Las primera en darse cuenta de la muerte fue doña María Juliana que estaba viendo la televisión cuando dieron los nombres. “Ella padece de azúcar en la sangre y se puso mal al conocer de la noticia, luego llamaron al resto de la familia”, recordó Ismenia.
Los policías de tránsito recomendaron a la familia que no llevaran a la escena a la madre de los muchachos, pues estaban dentro del carro esperando que un fiscal de San Pedro Sula diera la autorización para extraer los cuerpos, que pasaron varias horas atrapados.
La empresa dueña de la rastra se ha hecho cargo de los gastos fúnebres de los hermanos José Luis y Amílcar, según informó ayer Ismenia Rodas.
El joven herido Bayron Josué Rivera, aunque su estado es estable, resultó con graves heridas y su cabeza y cuerpo se recupera en un centro asistencial, aunque aún no asimila la muerte de sus dos mejores amigos con quien compartió muy buenos momentos.
Sin darle importancia a un mal presentimiento revelado por su prima, los hermanos José Luis y Amílcar Vásquez Moreno insistieron en ir a visitar a su abuela a Santa Cruz de Yojoa, el pasado sábado.
Tras terminar sus labores en una fábrica de Búfalo, Villanueva, los hermanos partieron al encuentro con su abuela María Juliana Moreno (de 76 años). Eran las seis de la tarde e iban acompañados de un amigo, propietario del carro en que viajaban.
Llegaron a la comunidad de Los Naranjos, Santa Cruz de Yojoa, y durante la noche compartieron con ella, sin imaginarse que sería la última vez que la abrazarían. A las 7:00 am del domingo 18 de abril decidieron regresar con su amigo que los acompañó durante la noche anterior.
El turismo era conducido por José Luis, su amigo Bayron Josué Rivera iba en el asiento delantero del pasajero y Amílcar viajaba en la parte trasera. Cuando estaban pagando el peaje, en la caseta ubicada en El Tablón, una rastra que venía sin frenos embistió y arrastró el carro unos 200 metros, dejándolos atrapados en el amasijo de metal. Los hermanos quedaron muertos en el interior y su amigo herido trasladado a un centro asistencial de San Pedro Sula.
Advertencia
Ismenia Rodas, prima de los hermanos Moreno, comentó que se encontró a José Luis el sábado y le dijo que no viajara porque tenía un mal presentimiento, pero él, hasta la invitó a que fueran a ver a su abuela, a quien siempre tenían presente y algunas veces la apoyaban con dinero. Ellos regresaban en la mañana del domingo porque uno de ellos tenía que venir a comprar leche y otras cosas para su hijo. Decidieron venirse por la carretera de La Barca y no por Río Lindo, porque estaba en mal estado y era peligroso. “Parece que la rastra venía sin frenos y el conductor pitaba y hacía señas a los demás carros para que se quitaran, otro camión logró apartarse, pero mis primos no lograron verlo y los embistió” dijo.
Las primera en darse cuenta de la muerte fue doña María Juliana que estaba viendo la televisión cuando dieron los nombres. “Ella padece de azúcar en la sangre y se puso mal al conocer de la noticia, luego llamaron al resto de la familia”, recordó Ismenia.
Los policías de tránsito recomendaron a la familia que no llevaran a la escena a la madre de los muchachos, pues estaban dentro del carro esperando que un fiscal de San Pedro Sula diera la autorización para extraer los cuerpos, que pasaron varias horas atrapados.
La empresa dueña de la rastra se ha hecho cargo de los gastos fúnebres de los hermanos José Luis y Amílcar, según informó ayer Ismenia Rodas.
El joven herido Bayron Josué Rivera, aunque su estado es estable, resultó con graves heridas y su cabeza y cuerpo se recupera en un centro asistencial, aunque aún no asimila la muerte de sus dos mejores amigos con quien compartió muy buenos momentos.