La Sala Primera del Tribunal de Sentencia de San Pedro Sula declaró culpable este viernes a Jesús Valmaña o Ricardo Ezecson López Cerrato, líder de la Pandilla 18 que se borró las huellas para ocultar su identidad tras cometer un crimen (por el que fue condenado y encarcelado en 2017) contra un empresario ceibeño.
Los cargos por los que declararon culpable a Valmaña son por el uso de documentos públicos ideológicamente falsos, usurpación de la personalidad de otro, cohecho cometido por particular y quebrantamiento de condena.
Cabe mencionar que la declaratoria de culpabilidad se realizó virtualmente. Las autoridades judiciales informaron que la individualización de pena está programada para el viernes 7 de marzo.
Los delitos por los que fue declarado culpable, tienen penas que suman de 23 a 35 años de cárcel.
Valmaña ya había sido condenado por los mismos delitos en 2023, pero la Sala Penal dijo, tras una revisión del expediente, que el dictamen de huellas dactilares no era concluyente y ordenó que se repitiera el juicio.
Se escapó de la cárcel y se borró las huellas para ocultar identidad
El 2 de julio de 2021, en el bulevar de Villas Mackey, de San Pedro Sula, Valmaña Cruz fue capturado cuando andaba en un vehículo turismo, pero se identificó con una licencia de conducir con su foto y el nombre de Ricardo Ezecson López Cerrato.
Las autoridades de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) determinaron que era Jesús Valmaña Cruz y tenía que estar en la cárcel, puesto que en 2017 fue condenado a 63 años de prisión por ser líder de la pandilla 18 y el secuestro y asesinato de un empresario de La Ceiba.
Por esa suplantación de nombre, andar documentos falsos y haberle ofrecido dinero a los agentes para dejarlo en libertad y el quebrantamiento de la condena fue nuevamente condenado en junio de 2023.
Pero Valmaña Cruz, para no ser identificado, se borró las huellas dactilares con ácido, por lo que los agentes no podían hacer comparaciones.
Como parte de las diligencias, los investigadores emitieron un dictamen de dactilocospia, en el que no pudieron determinar huellas de sus dedos, ya que estaban totalmente alteradas.