04/12/2025
09:35 PM

'Con una mesa me defendí de las llamas': sobreviviente de incendio en feria

Ronny Romero es una de las víctimas del incendio ocurrido en la Feria del Agricultor en Tegucigalpa.

San Pedro Sula, Honduras.

Sufrió quemaduras hasta en las vías respiratorias porque tragó fuego mientras se defendía de las llamas tras una explosión en la feria del Agricultor de Tegucigalpa el pasado 20 de febrero.

No podía ni mover los dedos, pero ahora Ronny Romero no ve muy lejano el día en que vuelva a competir en los torneos de pesca.

Recién había degustado un plato de patas de chancho con tajadas de plátano junto a compañeros de trabajo, cuando se desató el infierno, según dijo a LA PRENSA desde su casa de la colonia Hato de En medio de Tegucigalpa.

Con él nos conectamos desde San Pedro Sula mediante una videoconferencia en la que participó el cirujano plástico Guillermo Peña Cabús quien lo asistió a control remoto.

Comió en el puesto contiguo al negocio en el que estalló el chimbo de gas provocando la conflagración a causa de la cual murieron ocho personas y otras 60 sufrieron quemaduras de consideración.

Tras ver una espiral de humo que salía de ese lado de las cocinas, se tiró al suelo y le dio vuelta a la mesa en la que había comido para usarla como escudo protector de la llamas. Solo fue un chimbo de gas de 25 libras, pero como estaba lleno hizo tantos estragos como si se tratara de una bomba de alto poder, comentó.

Un dolor inmenso

Mientras soportaba el furor de las llamas que no lograba capear, pudo ver retorciéndose de dolor a una hermana de la congregación de los Testigos de Jehová que había estado predicando en esa feria del agricultor, a quien le caía plástico derretido de las sillas como lava hirviendo.

Ella fue una de las personas que falleció después. Romero solía ir a comer los viernes con su jefe, el ministro de la Serna, José Antonio Galdámez, pero esa vez el funcionario tenía reunión en Casa Presidencial, así que se fue solamente con sus compañeros al mercado localizado frente al Estadio Nacional.

Pese a que sufrió quemaduras graves, especialmente en el lado izquierdo de todo su cuerpo, Romero nunca perdió el conocimiento. Salió como zombie huyendo de aquel infierno y aunque tenía la mayoría de sus dedos chamuscados pudo llamar por el celular al jefe de Personal de la Serna donde se despeña como asesor de visibilidad e imagen de la institución.

Como a los veinte minutos apareció una ambulancia del Cuerpo de Bomberos que lo trasladó al Hospital Escuela, el cual para ese momento ya se había convertido en un manicomio por la gran cantidad de lesionados que estaban llegando.

A falta de papel para llenar los expedientes de tantos quemados, los médicos se vieron en la necesidad de anotar con marcador en los pechos desnudos de algunos pacientes, el nombre de los medicamentos que les suministraban, relató Romero.

De allí lo pasaron al Seguro Social, donde le dieron anestésicos para aquella mezcla de dolor y ardor que sentía de pies a cabeza. Cuando lo llevaron a observación pidió desesperadamente que lo limpiaran, pues no soportaba el olor a carne quemada de su propio cuerpo. Finalmente fue tratado en el Hospital Adventista.

Cuenta que recientemente lo llamó el ministro de la Serna para contarle que iría de pesca a Choluteca, como para darle carita, sabiendo que ese es el deporte favorito de su asesor.

Cuando este le pidió que le trajera aunque fuera un robalo, el funcionario le contestó con sarcasmo: “No, porque contiene mucho fósforo y te puedes volver a quemar”. Romero río con ganas como señal de que ya pasó lo peor de su pesadilla.

Foto: La Prensa

Con su esposa Lelix Triminio vía Skype habló con Diario LA PRENSA.