La Policía Nacional alertó a la ciudadanía sobre una reciente y peligrosa modalidad de secuestro virtual o falso servicio, en la que delincuentes se hacen pasar por clientes interesados en contratar trabajos técnicos o de mantenimiento.
Tras contactar a las víctimas, los citan en ubicaciones específicas y, mediante videollamadas y amenazas, exigen transferencias de dinero para “liberarlas”.
Esta práctica combina geolocalización y manipulación psicológica para generar temor, obtener pagos inmediatos y mantener el control sobre las personas afectadas.
El esquema inicia con un supuesto cliente que contacta a técnicos a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería. Luego comparte un enlace o una dirección para realizar el servicio. Cuando el trabajador llega al sitio, los delincuentes realizan una videollamada, se identifican falsamente como miembros de grupos delictivos y aseguran que el área está “vigilada”, ordenando a la víctima no moverse porque “está rodeada”.
Desde ese momento comienza una extorsión telefónica que exige transferencias inmediatas y, aun después de un primer pago, demanda sumas adicionales.
Los secuestros registrados en octubre
El miércoles 22 de octubre, la UNAS liberó un comerciante en Taulabé, Comayagua. Los secuestradores exigían 350,000 dólares (unos 8.6 millones de lempiras) a cambio de su liberación.
Un día después, un arquitecto fue secuestrado en Santa Lucía, Francisco Morazán. El joven fue contactado por personas desconocidas que se hicieron pasar por clientes interesados en sus servicios profesionales, y lo llevaron hasta el lugar en su vehículo.
Los secuestradores exigieron 50 mil lempiras a la familia del joven para liberarlo, configurando así una nueva modalidad de secuestro virtual, en la que las víctimas son engañadas mediante falsas citas o trabajos.
Secuestradores se aprovechan del miedo de las víctimas
Según la Policía Nacional, esta modalidad aprovecha la psicología del miedo y el aislamiento. Las videollamadas permiten a los extorsionadores observar el entorno, identificar la zona y presionar con amenazas a la integridad de las víctimas o de sus familiares.
También recopilan datos personales que posteriormente utilizan para nuevas coacciones o fraudes. Por ello, la prevención y la denuncia temprana son claves para interrumpir este tipo de delitos.
Como medidas preventivas, la institución recomienda: Verificar siempre la identidad del cliente (nombre, dirección, número telefónico).
Evitar atender solicitudes que provengan de números desconocidos o extranjeros.
Elegir puntos de encuentro públicos y transitados.
Solicitar anticipos de pago solo a través de canales verificados.
Confirmar previamente la ubicación del servicio y evitar responder videollamadas durante la atención.
Si una persona recibe exigencias económicas o sospecha que es víctima de esta modalidad, debe denunciar de inmediato a las autoridades. En caso de haber realizado un pago, se recomienda contactar de inmediato a la entidad financiera para intentar congelar la transacción, no entregar más dinero y conservar toda evidencia (números telefónicos, capturas de pantalla, enlaces y mensajes).
La Policía Nacional instó a la población a reportar cualquier incidente al 9462-8612. La Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS) brinda atención y respuesta las 24 horas del día.