San Pedro Sula, Honduras.
En el Juzgado de Jurisdicción Nacional, la Fiscalía presentó las pruebas por lavado de activos en contra Lesys María Cruz Acosta y Óscar Gómez, capturados el 24 de junio en Villanueva en la Operación Fantasma.
La pareja reside en una casa de la colonia Real del Puente, adonde les aseguraron cuatro vehículos, un centro educativo, dos tiendas en San Pedro Sula y otros bienes, que según la Fiscalía, fueron adquiridos con dinero ilícito.
En la Operación Fantasma también confiscaron 57 sociedades mercantiles, 23 lotes de terrenos, 10 viviendas y 4 vehículos en La Lima, San Pedro Sula y Villanueva.
Durante la audiencia, la Fiscalía Contra el Crimen Organizado afirmó que la estructura criminal estaba ligada al colombiano Carlos Alfonzo Bueno Tafur, quien ya murió.
Según los fiscales, después de la muerte del colombiano un grupo de hondureños que formaban parte de la red de blanqueo de capitales invirtieron en sus empresas el dinero ilegal y adquirieron otros bienes.
La defensa de los imputados negó los cargos y presentó documentación que desde hace muchos años son empresarios que comenzaron desde abajo, vendiendo ropa.
En el Juzgado de Jurisdicción Nacional, la Fiscalía presentó las pruebas por lavado de activos en contra Lesys María Cruz Acosta y Óscar Gómez, capturados el 24 de junio en Villanueva en la Operación Fantasma.
La pareja reside en una casa de la colonia Real del Puente, adonde les aseguraron cuatro vehículos, un centro educativo, dos tiendas en San Pedro Sula y otros bienes, que según la Fiscalía, fueron adquiridos con dinero ilícito.
En la Operación Fantasma también confiscaron 57 sociedades mercantiles, 23 lotes de terrenos, 10 viviendas y 4 vehículos en La Lima, San Pedro Sula y Villanueva.
Durante la audiencia, la Fiscalía Contra el Crimen Organizado afirmó que la estructura criminal estaba ligada al colombiano Carlos Alfonzo Bueno Tafur, quien ya murió.
Según los fiscales, después de la muerte del colombiano un grupo de hondureños que formaban parte de la red de blanqueo de capitales invirtieron en sus empresas el dinero ilegal y adquirieron otros bienes.
La defensa de los imputados negó los cargos y presentó documentación que desde hace muchos años son empresarios que comenzaron desde abajo, vendiendo ropa.