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Acribillan a 5 miembros de una familia en aldea de Tela

  • 20 febrero 2015 /

Individuos encapuchados y con fusiles AK-47 dispararon contra jornaleros a la orilla del río Guaymón.

Tela, Honduras

“Franklin, nos matan, me dijo mi hermano José Alfredo cuando miramos como a siete hombres con fusiles que comenzaron a dispararnos. él me empujo al agua y así logre salvarme de las balas, pero a él lo mataron”, de esta manera recuerda los minutos de horror que vivió Franklin Fernando Martínez Castillo, sobreviviente de la masacre ocurrida ayer en la mañana en la aldea Toloa Adentro, municipio de Tela, Atlántida.

Fueron cinco miembros de una familia los que fueron asesinados ayer a eso de las 8:00 am en la orilla del río Guaymón, que divide a Tela con el municipio de El Negrito, departamento de Yoro.

Las víctimas fueron identificadas por las autoridades como José Alfredo Martínez Castillo (22), José Neptaly Martínez Castillo (23), Jorge Rodezno Martínez (37), Juan Josué Rodezno (25) y Adoni Omar Hernández (24). Los cuerpos de estos dos últimos hasta ayer en horas de la tarde no habían sido encontrados debido a que fueron arrastrados por el río, según el relato de sobrevivientes.

Además de Franklin Fernando Martínez, también resultó herido de bala Wilson Noé Martínez Castillo (23). Ambos fueron llevados al hospital público de El Progreso, donde les dieron de alta unas horas después; pues solo sufrieron rozones de bala.

Foto: La Prensa

Franklin Medardo Martínez muestra la herida de bala .
Los hechos

El sobreviviente relató que como lo hacen todos los días, él y los otros seis parientes salían a las 6:00 am de sus viviendas ubicadas en la aldea Toloa con destino a las tierras de la cooperativa campesina Caprol, ubicadas en la aldea Río Abajo, al otro lado del Guaymón, jurisdicción de El Negrito, donde cultivan maíz y arroz.

“Todos íbamos tranquilos, caminamos río arriba. Al llegar al lugar indicado y en donde teníamos el cayuco, comenzamos a subirnos para cruzar, de pronto aparecieron de entre los matorrales siete sujetos con sus rostros cubiertos con pasamontañas y con fusiles en sus manos y comenzaron a dispararnos”, recuerda. Agregó que al ver la acción él junto con su hermano Wilson lograron tirarse al agua. “Miré cuando dispararon contra el grupo, dos quedaron en el cayuco y los otros al rió; pero ya heridos. Lamentablemente, ellos murieron y los cuerpos se los llevó el agua. Solo han encontrado a uno, Adoni y Juan se hundieron”.

El joven que sufrió un rozón de bala de fusil AK-47, aun nervioso y con voz entrecortada, dijo desconocer por qué pudo haber venido el ataque, pues al igual que el resto de sus familiares se dedican a la agricultura y no se meten con nadie.

Los dos sobrevivientes lograron salir entre los matorrales y dar aviso del hecho a las autoridades.

Familiares y amigos se trasladaron al lugar para levantar los cuerpos de las víctimas: dos de ellos estaban en el cayuco; otro fue encontrado unos metros río abajo, y los otros dos no aparecen.

Linci Castillo, compañera de hogar de Adoni, dijo que su marido era un hombre dedicado a su trabajo y que desconocen el motivo de su muerte. “Pedimos a las autoridades que investiguen el asesinato y den con los responsables”.

Foto: La Prensa

Parientes de las ví ctimas se mostraron consternados y desconsolados.
Rafael Rodezno, hermano de Jorge Rodezno Martínez, aseguró desconocer las causas del hecho. Además, contó que hace dos años el Instituto Nacional Agrario (INA) ubicó al referido grupo campesino en esas tierras, mismas que eran reclamadas por otras personas, de las cuales no reveló sus nombres.

No obstante, aseguró que la situación era normal y no hubo problemas por esos predios que eran del Estado de Honduras. “No creemos que eso sea la causa del ataque”, expreso.

Maynor Flores, inspector de la Policía, dijo que ya trabajan en las investigaciones para dar con los asesinos de los jornaleros. El ambiente en la comunidad de Toloa era de dolor y pesar por la muerte de cinco de sus hijos. Esperan que ese hecho ayude para que la Policía patrulle la zona, donde se presentan constantes hechos criminales y nadie hace nada para castigar a los responsables.