Diario LA PRENSA tuvo acceso a un video exclusivo que muestra cómo Héctor A. Portillo o Juan Osorto, más conocido como el “Gato Negro”, despedía de este mundo supuestamente a un hermano que murió producto de su accionar delictivo.
El video muestra cómo hacer “vomitar” las 9 mm al mejor estilo de las películas de Hollywood.
Rodeado del batallón de guardaespaldas que lo solía acompañar, en un conocido camposanto de la capital, el temible “Gato Negro” o “rey del narcomenudeo” de la capital, hizo “vomitar” sus escuadras, como decían sus “narcocorridos”.
Entre las ráfagas suena a todo volumen la ranchera “Nadie es eterno en el mundo”. “Cuando ustedes me estén despidiendo, con el último adiós de este mundo, no me lloren que nadie es eterno, nadie vuelve del sueño profundo” se logra escuchar.
Botas de cocodrilo
El “Gato Negro”, originario de Orocuina, Choluteca, fue asesinado junto a seis miembros de su seguridad personal la noche del domingo 18 de abril y su cadáver fue encontrado en un sector del departamento de El Paraíso.
El video muestra al “Gato Negro” vestido de jeans, camisa vaquera, reloj de oro, sombrero Stetson.
Estaba chapado a la antigua, con el típico atuendo, botas y sombrero, que identificaba a los narcos del pasado.
Pero lo más curioso del video no resulta ser la exhibición de armas con cargadores de hasta 35 proyectiles o las botas piel de cocodrilo, sino la presencia de una patrulla de la Policía Preventiva, donde se observan sus agentes uniformados como simples espectadores.
La fama del “Gato Negro” traspasaba las fronteras nacionales, al extremo que sus andanzas las describía con lujo de detalles en un CD que contenía “solo puros corridos pesados”, obra musical hecha exclusivamente para alabar su accionar delictivo. En los corridos se describe como un tipo violento y vengativo.
En sus letras, los corridos denotan una personalidad narcisista, egocéntrica, enamoradiza y fantasiosa.
