Tegucigalpa, Honduras.
Como una persona de bajo perfil, cauteloso y muy hábil describen a Orlando Pinto Espino las autoridades en Honduras, quienes aseguran que montó una estructura en la zona sur para dirigir las operaciones de narcotráfico y dar paso a los envíos de droga por el Pacífico.
Para consolidar el centro de operaciones que instaló en el sur desde 2010, no solo buscó a los mejores aliados, sino que también construyó pistas de aterrizaje clandestinas y hasta un helipuerto en el municipio de El Triunfo, Choluteca, que cinco años después sería destruido por las autoridades cuando ejecutaron la Operación Errabundo “Era muy astuto, diligente y le gustaba pasar inadvertido.
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El crecimiento económico que tuvo fue evidente y trabajó para grandes estructuras entre las que sobresalen el cartel de Los Valle, El AA y también apoyaron a Héctor Emilio Fernández, alias Don H”, establecen los informes de los cuerpos de inteligencia.
El Rey del Norte, se adjudicó ese mote porque dominó el corredor de la droga rumbo al norte y garantizó que las cargas no fueran interceptadas. Cuando se dirigieron hacia la estructura criminal las tres operaciones que ejecutó el Ministerio Público en Honduras en 2015 y 2016, fue que decidió huir y en Guatemala buscó en la comunidad de Ixcán, municipio de Quiché, en Petén, su nueva guarida.
Sus operaciones.
Las indagaciones policiales indican que en Honduras sus primeros pasos los dio en El Paraíso, Copán, donde de la mano de Don H y de Víctor Hugo Díaz Morales, El Rojo, empezó a transportar droga.
“En una reunión, que incluyó además al cartel de Los Valle Valle, se repartieron el territorio y fue cuando le asignaron a Orlando Pinto que manejara la zona sur.
Pinto se encargaría de controlar la llegada de la droga por la vía terrestre, aérea y marítima por el Pacífico.
Compró las mejores tierras, en donde, incluso, llegó a construir una gran mansión, en el centro de Choluteca”, explicó el agente.
Pinto operó sin problemas, pero cuando se miró acorralado por los operativos en contra del cartel que dirigía, huyó.
En Guatemala, una vez establecido, montó su estructura en la zona norte de ese país, en Petén, y según la Fiscalía de ese país, se alió con tres colaboradores para continuar incursionando en el mundo de las drogas.
| Orlando Pinto al momento de ser detenido por las autoridades guatemaltecas. |
Fue desde finales de 2015 que, una vez conformada la organización delictiva, comenzó de nuevo a transportar droga, pero poco le duró el anonimato, en junio de 2016, las autoridades comenzaron a seguirle la pista por un envío de coca que fue interceptado en el kilómetro 484 jurisdicción de La Libertad, en Petén.
La droga era transportada en tres vehículos. Esa operación fue la que descubrió a Pinto, quien en estos tres años obtuvo identificación guatemalteca, se hizo pastor evangélico y reclutó personas claves para facilitar sus operaciones en Guatemala.
Orlando Pinto fue sorprendido por las autoridades el lunes cuando estaba en su casa, no tuvo opción para huir y fue capturado.
Pinto fue presentado ayer ante el juez de Ixcan, donde se le informó sobre el motivo de su detención.
Ayer fue llevado a Petén con el juez que ordenó su captura, adonde dará su primera declaración.
