REDACCIÓN. “Lo que más me gusta en el momento que el espectador ve la obra, es cuando ve y siente la confrontación que yo tuve con el lienzo para realizar cada pintura”, así lo manifiesta Nora Buchanan, una artista plástica hondureña que brilla en cualquier parte del mundo donde se presenta.
Conocida por reinventarse las veces que sea necesario, con el fin de llevar su esencia a cada persona que ve su trabajo, es una de las características más incisivas que conforman a la artista. Empedernida en reflejar su energía y vibraciones en sus obras evitando a toda costa lo negativo que acontece, ya que dentro de su alma florece el optimismo, las emociones y la inmortalidad de la misma.
Originaria de Tegucigalpa, pero echando raíces al otro lado del Río Grande, en Comayagüela. Su infancia la resume en recuerdos de tranquilidad, amor y arte. Sus primeras memorias dibujando se dan cuando con su abuelo se iba para la finca y le gustaba agarrar hojas de papel bond y lápices que él tenía por ahí para plasmar su imaginación. “Recuerdo que de los primeros dibujos de rostro que hice fue de Grace Kelly (actriz de cine estadounidense y ganadora del Óscar), así como los personajes de Disney, ahí es donde me comenzó la cosquillita del arte”, manifestó.
Años más tarde, Buchanan tuvo la oportunidad de egresar de la Escuela Nacional de Bellas Artes en el año 2000, sus estudios tuvieron un enfoque en publicidad, por lo que luego trabajó en este rubro por siete años, “ahí aprendí las herramientas que hoy puedo implementar en mi carrera, como relaciones públicas, diseño gráfico y mercadeo. Nunca dejé esa vena artística estancada, mi mente siempre estuvo conectada con la pintura”, aludió.
Ahora, la hondureña tiene diez años de carrera artística, en la cual ha realizado 18 exposiciones de pintura, presentándose a nivel nacional en SPS, Tegucigalpa, La Ceiba y Guanaja, mientras que en el extranjero lo ha hecho en países como Nicaragua con la galería contemporánea “Códice”, donde fue su primera vez exponiendo su talento fuera del país; luego fue a Royal Salon en Taipéi, Taiwán; también en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires, Argentina; en Nueva Orleans, EUA, donde también recibió un reconocimiento de parte del Ayuntamiento de esta ciudad.
Asimismo, se presentó en el Instituto Cervantes de Tokio, Japón, lo cual lo hizo con su proyecto innovador “Galería Ambulante”, presentándose en dos escuelas del país asiático con sus obras. Además, se ha presentado en México, Bolivia y ahora en Cali, Colombia, lugar en el que presenta otra de sus colecciones.
Un ejemplo de que Buchanan y el arte están enlazados es “Galería Ambulante”, una muestra pictórica sin fines de lucro que busca que los niños se involucren en procesos artísticos, en una sociedad que carece de identidad cultural. Que puedan ver que a través de una pintura pueden entrar en un mundo donde se cree que solo los dibujantes profesionales pueden.
“El eslogan de la temporada pasada fue “Más arte, menos balas”, fuimos a presentar los talleres a varias instituciones y escuchar a las maestras que nos decían que faltó un alumno porque lo habían asesinado fue impactante. Creo que si como artista no estás llamado a generar un cambio, dedícate a otra cosa”, declaró la compatriota.
También, evidenció a esos “artistas” que buscan apoyo del gobierno y lo hacen a cambio de una plaza laboral, para ella es clave fomentar y crear espacios artísticos para los más pequeños, cambiarles la forma de pensar para que las futuras generaciones hereden ese pensamiento, argumentando que ese también es un compromiso de los artistas.
“El arte es capaz de transformar vidas, como artistas es importante apuntar a la niñez de nuestro país, por eso quiero seguir con “Galería ambulante” en Honduras. Con estas prácticas podemos lograr que los niños no se refugien en la violencia y que también sea un paliativo a cualquier situación por lo que estén pasando. Los artistas somos colaboradores que podemos transformar la sociedad”, dijo Buchanan.
Una de sus colecciones que piensa continuar expandiendo se denomina “Trazando imaginarios e historias”, cuenta con 10 piezas con un estilo de técnica mixta. La comenzó el año pasado en SPS, y ahora la está llevando a Cali, para después aterrizar en California, Buenos Aires y alguna ciudad en México. Esta muestra expresa la lucha de años de la sociedad latinoamericana, que observa en las mujeres algo negativo, buscando que las mismas no destaquen en ninguna área intelectual y creativa.
Las obras que Nora hace son experimentales, le gusta trabajar con materiales nuevos y y probar con diferentes texturas, la búsqueda de elementos que vayan de acuerdo a cada interpretación que quiere transmitir es su apetencia. Por ejemplo, para el tiempo de pandemia por covid, usó café en sus pinturas, incluso aprovechó para donar tanques de oxígeno en los hospitales con la venta de cada una de esas innovadoras creaciones que atrajo la atención del público.
Hay artistas que desde su tristeza, odio, soledad o alguna tragedia crean sus obras, pero en su caso es diferente, su inspiración nace desde lo positivo porque considera que ya hay suficiente negatividad en la sociedad. También se caracteriza por ser versátil con sus secuencias, es decir, le gusta contar historias diferentes con sus obras, con otros elementos e interpretaciones para que cada espectador se tome el tiempo de escudriñar lo que hay detrás del lienzo trazado.
Concepción personal de arte según Nora
“Para mí el arte me dio la vida. Los placeres más grandes han sido gracias al talento que Dios ha puesto en mí, así como la constancia y disciplina que he puesto de mi parte. Es lo más maravilloso y confrontativo porque a veces uno se pone a reflexionar si en verdad vale la pena en el país que vivimos y, por consecuencia, me dedico a otra cosa. Pero ahí es donde entra la perseverancia y sobretodo creer en que uno puede alcanzar lo que se busque. Al rumbo que me lleve el arte, ahí voy a ir”.
Mensaje. A los niños y jóvenes que anhelan comenzar a crear arte, les dice que los sueños deben ser de aspiraciones, no de grandeza. “Yo no soy artista para ser famoso, lo soy para sentirme bien”. Buchanan asegura que no es un camino fácil, como tal vez lo fue antes para los artistas emergentes porque los de la vieja escuela no permitían el crecimiento de otros. “Cuando sintamos esa chispa por hacer arte, hagámoslo con el único fin de aportar algo al mundo. Y claro que se puede vivir del arte, yo lo he hecho por 10 años desde que me dedico a esto. Hay puertas que te cierran en la cara, pero no hay problema, toca entrar por la ventana y conseguir lo propuesto”, concluyó la talentosa dama que representa a nuestra tierra.