01/06/2024
12:50 AM

Marco Matute, el tenor hondureño que trasciende en EUA

El artista originario de Tela, Atlántida, ahora reside en Nueva York, lugar que le abrió las puertas al éxito musical por su versatilidad y talento vocal. Hoy ofrecerá un concierto junto a la Orquesta Sinfónica Victoriano López en San Pedro Sula.

REDACCIÓN. Máster en Ejecución Vocal por The Vocals Arts Foundation y graduado del Conservatorio de actuación “The William Esper Studio”, Marco Matute es un ejemplo viviente de que los sueños son alcanzables cuando existe disciplina y sacrificio. A sus 48 años ha construido una carrera artística forjada por la actitud de un ser que no conoce el “no puedo”. Tela, en el departamento de Atlántida, lo vio nacer, para luego disfrutar su infancia entre Comayagua, Tegucigalpa y su amado municipio de la costa caribeña.

Actualmente reside en Nueva York, donde ha podido cimentar su trayectoria artística. Pero continuamente visita Honduras, como en el caso del día de mañana viernes 10 de mayo, fecha predilecta para que el tenor Marco Matute deleite con su voz junto a la Orquesta Sinfónica Victoriano López, en un magno evento que se llevará a cabo en el Club Hondureño Árabe de SPS para celebrar el Día de la Madre Hondureña. En punto de las 7 de la noche, cientos de personas podrán disfrutar de este espectáculo preparado especialmente para consentirlas a ellas.

En este marco, Matute ha ofrecido una entrevista especial para Diario La Prensa, en la cual se abordan temas relacionados a sus comienzos, las oportunidades generadas, sus rituales previo a una presentación musical, así como vivencias personales y sus futuros proyectos, entre otros.

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1. ¿Cómo describiría su infancia y cómo surgió su pasión por la música?

Mi infancia fue bella. Lindos recuerdos de Comayagua, Tegucigalpa y mi bella Tela. Empezando desde los tres años agarraba las ollas y cucharas y me echaba ritmos. Me acuerdo en la escuela Luis Landa en Tela, en el tercer grado, cuando fue la primera vez que canté en frente de un público. Creo que la pasión por la música me la regaló El Altísimo, el más bello.

2. Tras descubrir su interés apasionado por la música, ¿cómo fueron sus comienzos en este arte?

⁠Fue a los 15 años cuando entré en la “high school”, siguiendo las chavas me matriculé en todos los coros que existían, sin saber que iba a ser mi futuro. Por razones incorrectas, la maestra de música me seleccionaba para cantar solos, yo pensando que no le caía bien, “esa maestra no me quiere”, solo interrumpiéndome pasaba. Pues ella escuchaba y me empujó a la música, descubrí todo tipo de música coral, eventualmente papeles principales en musicales de teatro. Como un niño inmigrante en Nueva York, fueron ángeles que Dios puso en mi camino como los maestros John Mace y Richard Dorr de la Fundación de Artes Vocales de Nueva York quienes me fueron a ver en un show de una obra musical de Leonard Bernstein titulada “On The Town”, en la cual fui uno de los principales “Ozzie”.

Luego me invitaron a una sesión en sus estudios. Fue una linda experiencia pues primero que todo, un lujo de estudio con un tremendo Steinway piano de cola blanco, bella decoración, pues todo bien impresionante, pero me hicieron una prueba e igual de impresionados quedaron. El miércoles siguiente en la escuela, entra la maestra y dice “Marco, párese, por favor”. Me acuerdo el pensar “ahora qué hice” y saca una carta, con miedo yo, pues, fue un momento donde mi vida cambió. La carta vino de la Fundación de Artes Vocales de Nueva York y leyéndola la maestra decía que los maestros de la fundación me otorgaban una beca completa.

3. ¿Cuál ha sido su trayectoria musical?

Mi trayectoria en la música me ha llevado a diferentes tipos de escenarios y modismos musicales. Desde el barroco hasta el jazz y todo lo demás, tuve un mentor llamado Shepard Coleman, que era un músico consumado. Su liderazgo como primer violonchelista de escritorio en la Filarmónica de Nueva York bajo la dirección de Leonard Berstein lo preparó para convertirse en uno de los directores musicales y directores de orquesta más prolíficos de la historia. Con Shepard, lo llamaba “Shep”, aprendí “en el trabajo”.

Fue director musical de muchos musicales de Broadway y su estilo estricto y disciplinado fue la raíz de mi educación. Con esto como base, me sumergí en el jazz vocal, Broadway, clásica, art songs, oratorios, y encontré la correlación que llevo hoy, solo veo la música como dos tipos: buena y mala.

4. Previo al concierto junto a la Orquesta Sinfónica Victoriano López por el Día de la Madre Hondureña, ¿cuáles son sus expectativas y qué sorpresas habrá en esta presentación?

La expectativa de este concierto para mí es doble: una, compartir el proceso educativo de estos talentosos jóvenes músicos y brindar apoyo a los educadores dirigidos por el Maestro Jorge Banegas, quien está haciendo un excelente trabajo, y la otra, llevar amor a las más preciosas de la vida, nuestras madres. La madre hondureña es una líder trabajadora que nos ama incondicionalmente y nunca se cansa de protegernos y nutrirnos. Hemos preparado algunas joyas musicales de la ópera, Broadway, el jazz y la zarzuela.

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5. ¿En su caso cómo es el proceso de práctica antes de un concierto como el de este viernes en SPS?

Antes de un concierto, por la mañana, me gusta ejercitar el cuerpo para asegurarme de que todos los cilindros estén encendidos. Trato de mantenerme alejado de los lácteos y los alimentos pesados que crean líquidos innecesarios en la garganta. Una buena forma de hidratarse es comer una buena manzana jugosa. Un par de horas antes del espectáculo me relajo y despejo mentalmente de todos los asuntos personales y comerciales. Meditar e inyectarme en un lugar de vulnerabilidad es imprescindible.

Media hora antes de la hora de llamada, caliento con algunos ejercicios bíblicos durante unos 15 a 20 minutos y me doy 10 minutos de silencio y, como corredor de maratón, espero la hora del inicio para rendir lo mejor que pueda. Vale la pena darle respeto a la música y para un público especial como este, hay una gran cantidad de amor impulsando cada nota e inflexión.

6. ¿Alguna vivencia que lo haya marcado en su vida?

Muchas, una que me viene a la mente son las palabras del difunto y distinguido flautista Dave Valentin: “no te vuelves famoso, la gente te hace famoso y la música debe hacerse para la gente”. Soy un hombre bendecido y rico con muchas experiencias maravillosas como cantante, productor musical y actor, con muchos mentores y seguidores; Dios es amable y bondadoso conmigo.

7. Actualmente, ¿en qué proyectos está trabajando?

Por el momento sigo cantando y escribiendo canciones, pero mi productora, M27 Limitted Liability Corporation de Nueva York, está ultimando “El Cóndor Pasa: Esperanza Andina”, una ópera indígena encargada por la Orquesta Sinfónica de las Naciones Unidas. Tengo la suerte de ser el productor místico y tenor principal de este proyecto. Mientras estuve en Honduras he producido mucha música nueva y un par de documentales, sigo apoyando a educadores e instituciones dignas y mis intenciones son tener una presencia más permanente en mi hermosa Honduras para poder causar un impacto tanto dentro como fuera de nuestro país.

8. ¿Cuál considera que es su máximo logro en la industria musical?

Tengo muchos logros maravillosos, como el disco número uno de Latin Jazz “Steppin’ with T.P. dedicado a Tito Puente”, con uno de los mejores pianistas y un querido amigo, Hilton Ruiz. Trabajar con Latin All-Stars (anteriormente conocida como Tito Puente Orquestra) desde 2003 ha sido una experiencia digna; trabajar con la Orquesta Sinfónica de las Naciones Unidas convirtiéndome en el primer ser humano en monetizar la música para el mejoramiento de la humanidad también es especial. Además, los músicos de la orquesta son hombres y mujeres que trabajan en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y en ella hay 17 jefes de departamento. Siento que hay mucho más por venir y espero que encontremos a las futuras estrellas del mundo que saldrán de Honduras.

9. ¿Qué es lo más difícil al realizar su profesión? ¿Es más fácil hacer una carrera en EUA que en Honduras?

Creo que hay muchas más oportunidades en Estados Unidos para trabajar por la historia del mundo del espectáculo, Broadway, Hollywood y las agencias de publicidad, pero hay posibilidades de expandirse en Honduras. Tenemos muchas personas increíbles y talentosas que estoy conociendo aquí y siento que es una tierra de oportunidades. Tenemos muy mala reputación por muchas otras cosas, pero cuando conoces a nuestra gente, encuentras almas hermosas que anhelan expresarse. Nuestros talentos deben ser celebrados y expuestos a las audiencias adecuadas. Abbey Lincoln me dijo una vez: “En este negocio, Marco, la gente te paga en función de lo que te respetan. ¡Gánate tu respeto!”. Creo que es hora de que Honduras obtenga respeto y eleve a nuestras comunidades, empresas, comercio e industrias culturales.

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10. ¿Qué proyectos artísticos vienen en su carrera?

”Inmigrante” es un proyecto que estoy produciendo, que es socialmente consciente y resalta las dificultades de los inmigrantes y la igualdad de género. Me enorgullece decir que está cien por ciento hecho en Honduras. Deseando publicar esto, mi compañía de producción en Nueva York continúa activa con las Naciones Unidas y ahora estoy aprovechando mis contactos en finanzas para ingresar a otros espacios para ayudar a nuestra gente.

11. ¿Con qué artistas u orquestas le gustaría trabajar?

Me encantaría trabajar con orquestas dignas como La Orquesta de la Victoria, la Oratorio Society of New York, la New York Philharmonic cuando Dudamel llegue a New York, The London Philharmonic y otras pero también con artistas como Juan Diego Flores, Kathleen Battle, Ailyn Perez, Renee Flemming, Bette Midler porque estudió con mi maestro John Mace y vivió su arte, entre muchos más.

12. Un mensaje para los niños y jóvenes que tienen el sueño de ser cantantes.

A todos los jóvenes aspirantes a cantantes, sepan que cada uno tiene una voz y es único. No lo conviertas en una competencia, solo compite contigo mismo. El instrumento vocal es complejo así que entrena, aprende técnica porque a cantar no se aprende en un concurso televisivo, como el que se promueve ahora en el mundo, sino que estudias los clásicos y disciplinas. Apunta a la cima de la montaña más alta y nunca te rindas. Disfruta de tu viaje vocal y date cuenta que el miedo es sólo una emoción temporal, nunca te detengas por el miedo.