Lágrimas, abrazos y una ovación del público: así fue la despedida de la supermodelo brasileña Gisele Bundchen que dijo adiós a las pasarelas en Sao Paulo.
La modelo abrió y cerró el desfile de la firma Colcci. Fue el centro de atención en un recinto llenísimo de público, periodistas y fotógrafos. No cabía un alfiler.
Gisele Bündchen, emocionada, tras finalizar el que será el último desfile de su carrera.
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En primera fila, en un espacio reservado, estaba gente invitada por ella: sus padres -Vania y Valdir-, sus hermanas, sobrinas y el ídolo del fútbol americano, Tom Brady, su esposo y padre de sus dos hijos.
Tom Brady, muy atento del histórico momento que supone el adiós de su mujer, Gisele Bündchen, a las pasarela.
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El desfile duró un poco más de veinte minutos. Al abrir la presentación, una ovación del público y una lluvia de flashes iluminaron hasta el último rincón. Caminó con su paso firme y sonrió. Lo mismo al cerrar el show, cuando saludó al público y levantó los pulgares.
Luego vino su despedida real: un grupo de modelos, hombres y mujeres, aparecieron caminando sobre la pasarela vistiendo jeans y una camiseta blanca con una imagen de Gisele estampada en el pecho.
La modelo vive con emoción su último desfile.
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