26/04/2024
12:56 AM

Allan Caicedo: 'La vida es un acto de magia”

San Pedro Sula, Honduras.

Se deja encantar por alegorías de textos literarios como El Señor de los Anillos del escritor británico J.R.R. Tolkien. Y es que el pintor sampedrano Allan Caicedo crea mundos cargados de simbolismo.

Su trabajo podría parecer “bonito y colorido” para combinar con finos muebles o para decorar. Pero el discurso de sus creaciones dice más de lo que aparentan. El nombre de este maestro creyente del equilibrio -tema recurrente en su obra- ha sido elegido por el Centro Cultural Sampedrano (CCS) para bautizar al XXIV Salón Nacional de Arte. Su minucioso trabajo le ha pasado factura, principalmente a sus ojos. Conversamos primero en casa de Cecilia de Bueso y al día siguiente nos recibe en la intimidad de su hogar. Abordamos diferentes temas de su interés.

Agronomía y pintura

Nací en San Pedro Sula y crecí en el barrio Paz Barahona, estudié en la escuela San Vicente de Paul y luego estuve en La Salle, pero después emigré a Brooklyn, Estados Unidos, donde asistí al Thomas Jefferson High School. Volví a Honduras y comencé a estudiar ingeniería civil, pero después opté por la carrera de agronomía y me fui a la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería en Rivas, Nicaragua.

Trabajé cuatro años como agrónomo en Recursos Naturales en el gobierno de Melgar Castro, pasé a la Tela Rail Road Company; después probé un negocio propio, pero no resultó. Cuando me decido por la pintura no fueron tiempos fáciles; con mi esposa vendimos pastes manufacturados (se ríe). Estuvimos un tiempo subsistiendo de eso y de otras cosas, y de repente se abrieron puertas.

Destino

Mi inquietud era hacia la plástica, pero el pensamiento de la familia era otro. En ese momento la pintura (sí habían artistas como Garay o Velásquez) ofrecía posibilidades limitadas. Al graduarme de agronomía cultivé patastillos, papas, pastes, tomates, pero en todo me fue mal. Intenté con una finca de café en Trinidad, Santa Bárbara, al final vendí.

Mecenas

La primera persona que compró mis cuadros fue el abogado Pedro Pineda Ayala, se hizo con tres de mis primeras obras. Luego Bonnie de García, una gran promotora de mi obra. La galaría de Terry ávila en Tegucigalpa y en San Pedro Sula Nelly Saybe, de la galería Collection.

Forma de trabajo

Defino el diseño antes de pintar. Hago el dibujo, la figura central y después el fondo, el ambiente y otros elementos de la obra. La espontaneidad no suelo usarla, sí he trabajado con ella en el pasado, pero la he abandonado por la planificación. Generalmente encuentro un título y sobre él hago la obra.

Abstracto

La abstracción es una forma de relajamiento para los artistas, en el cual se divagan. Da más libertades. Hay quien dice que la condición de la abstracción es dibujar y desdibujar. Ahora respeto el abstraccionismo, porque es algo en lo que el ser humano se disipa.

Estilo

Mi estilo se define en los noventa. En los ochenta no tengo nada definido, tenía una dirección pero mi arte no estaba definido. Eso me hace buscar en la naturaleza la simbiosis entre el arte y el ser humano. Me dedico más al tema de la flora y a la fauna, pero no como imitación de la realidad sino como un referente.

Aunque en los setenta ya estaba trabajando, pues al volver de Rivas, como no conseguía trabajo, me puse a pintar y quedaron ciertas obras de esa época. Mi mamá tiene dos obras de 1977.

Simbolismo

El simbolismo al comienzo limita, pero da libertad pues el pensamiento debe dirigirse por una cierta forma, pero hay tantos símbolos... el león simboliza la ley, el águila la divinidad, el pájaro grifo a la ley divina.

Trabajo los cuatro elementos tierra, agua, aire y fuego. Los grandes alquimistas usaron estos símbolos como referente para marcar algo, la gente se confundía porque no lo entendía.

Misticismo

Hay cierto misticismo en mi obra. No algo que nadie pueda ver, es parte de la espiritualidad del ser humano. La obra a veces es solo una referencia de lo que uno es adentro.

Desnudez

Mi dibujo inicial es totalmente desnudo, sea hombre o mujer. El cuerpo es bello, pero el problema es la morbosidad.

He tenido que modificar obras ya terminadas para que se puedan vender. Uno se ve obligado a modificar. Antes rehusaba hacerlo, pero si le cambiaron al Cristo Redentor de Miguel ángel -le pusieron un lienzo... Es la condición de vida, la rigidez es dura con el artista, hay que tener flexibilidad, matar el ego.

Escuela

Mi obra es escuela. Podría dar talleres, pero pierdo de crear una obra, cada obra es un taller. He aprendido de muchas obras del renacimiento, solo viéndolas. En mi trabajo hay primitivismo de fondo con un diseño al frente. Me gusta el trabajo de Roque Zelaya y Rigoberto Meléndez, creo que él va a perder la vista igual que yo (ja,ja, ja).

Social y político

He hecho pintura de línea social, aunque se presta al juicio y al prejuicio. Generalmente la pintura social es política y últimamente he trabajado cuadros con contenido político, pero... están escondidos (se ríe). No tengo miedo, tiene que ver con los sucesos de 2009, pero lo he limitado para que salga después de que yo no exista. Le pertenece a la familia y a la nación. El juicio es terrible. Solo recordemos a Siqueiros, Orozco o Rivera, al final uno es condescendiente con las circunstancias, las que no dejan de influir en la vida y obra del artista.