06/12/2025
01:31 AM

Sala de maternidad urge de ultrasonido

Sin este equipo no se puede dar un diagnóstico materno fetal, asegura especialista

Un promedio de 10 ultrasonidos se practican al día en la sala de maternidad del hospital Mario Rivas, cuyo equipo está por caducar.

Este aparato forma parte del inventario del centro asistencial desde hace 15 años, cuando el Gobierno de España hizo una donación al Ministerio de Salud de Honduras.

Desde entonces, el dispositivo es utilizado todos los días para hacerles estudios a mujeres con embarazos de alto riesgo.

El hospital clama por ayuda. La semana pasada quedó en evidencia la carencia en la sala de labor y parto, donde las parturientas dan a luz sobre camillas de acero por la falta de colchones.

Ultrasonido especial

Los médicos explican que este no es un equipo para practicar ultrasonido común. Es el único con el que se puede llevar a cabo el estudio de flujometría doppler, que sirve para hacer un diagnóstico del feto. Francisco Gómez, jefe del servicio de maternidad, informó que el equipo ya empezó a fallar, pues se han dañado algunas piezas y lo han tenido que reparar.

“Si nos quedamos sin él, dejaríamos de hacer medicina materno fetal. No seríamos capaces de manejar embarazos de alto riesgo porque no tendríamos capacidad de decir cómo se encuentra el bebé en el útero”, explicó el especialista.

Recalcó que este equipo es indispensable por el tipo de atenciones que se ofrecen en dicha área. “No podríamos darles lo requerido a las pacientes y nos quedaríamos cortos en diagnóstico del estado fetal y básicamente es lo que hacemos, que el estado fetal sea el adecuado”.

Gómez señaló que con el estudio doppler se detecta si algunas enfermedades de la madre producen problemas en el bebé.

“Lo que mide el doppler es la llegada de sangre y por ende de oxígeno al bebé porque algunas enfermedades maternas como hipertensión, anemia, cardiopatía, diabetes y preeclampsia hacen que disminuya la llegada de sangre”. Si se detecta alguna anomalía, este estudio indica cuándo se debe terminar el embarazo antes de que el bebé muera adentro.

En el ámbito privado, un ultrasonido cuesta unos 600 lempiras. Si es doppler, puede costar hasta 1,200 lempiras. En el Rivas, a las mujeres se lo practican gratuitamente.

Un estudio basado en el efecto doppler permite evaluar velocidad y caudal de sangre que pasa por las arterias y venas fetales y maternas. Con base en eso se deduce si la oxigenación fetal es la adecuada. Además permite evaluar la ubicación del cordón.

En el tercer trimestre ayuda al especialista a tomar decisiones claves que pueden salvar la vida del bebé.