José Francisco Saybe, o simplemente don Chico, como se le conocía entre la comunidad sampedrana, era un personaje emblemático en el mundo del teatro, no solo en esta ciudad, sino en todo Honduras.
Los hondureños lo admiraban por ser una persona llena de humildad y siempre responder de la manera más alegre y divertida posible. Sus amigos y compañeros del teatro lo recuerdan hoy como una persona única, divertida y con la mejor disposición para ayudar.
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Fue presidente y director de Saybe y Asociados, una de las principales empresas de ingeniería civil en Honduras desde hace más de 40 años. Se había desempeñado durante varios períodos como miembro de la junta del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras y fue consejero de la municipalidad de San Pedro Sula durante tres administraciones.
Se desempeñó como cónsul honorario de la república de Uruguay por 22 años, fue fundador y presidente del Círculo Teatral Sampedrano y la Fundación Cultural de San Pedro Sula.
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El amor por el arte y el teatro surgió en don Chico a la edad de 8 años, cuando vivía en Comayagua. Empezó organizando una velada que él mismo dirigió.
Dirigir, traducir obras y escenificarlas eran su pasatiempo... pero lo que más le ayudó fue cuando venían compañías de Argentina, México y otros países. Las miraba todas, iba los sábados a luneta y los otros días a galería porque no había fondos.
Produjo las 177 obras del Círculo Teatral Sampedrano, de las cuales dirigió 65, realizó la escenografía para 88 y tradujo 25 del inglés al español, siendo la persona que más dirigió y tradujo obras teatrales en el CTS.
Al principio era un poco difícil manejar su tiempo entre familia y teatro, pero logró solventarlo a través de los años. Siempre buscaba retarse con cada obra y no le gustaban las obras fáciles. A lo largo de su trayectoria como profesional y dentro del arte y teatro recibió más de 30 reconocimientos.
Además, don Chico escribió tres libros: Anécdotas de mi vida, De teatro en teatro y Vacaciones estilo hondureño.
Una de las anecdotas más recordas por Don Chico y por la cual vió el interes de los hondureños por el arte en tablas es un anuncio para audiciones.
“ Ya nos da miedo poner un anuncio para audiciones, por ejemplo para la obra del Diario de Ana Frank, se colocó un anuncio y antes de las 48 horas ya se habían recibido más de 1274 solicitudes además de esas más de 200, tuvimos que cancelar el anunció a toda velocidad porque no podiamos, nos llvo un mes con todos los del Círculo clasificar las solicitudes”.
