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Inician demarcación en El Merendón

  • 26 julio 2013 /

Las instituciones limitarán 45 kilómetros en cinco zonas.


El Programa de Asignación de Tierras (Path) con el Instituto Hondureño de Conservación Forestal (ICF) comenzaron ya el proceso de delimitación de 45 kilómetros lineales en El Merendón.

El trabajo por detener el crecimiento de los asentamientos humanos arriba de la cota 200 en El Merendón continúa.

Personal del Path, el
ICF y la División Municipal Ambiental (Dima) empezaron la demarcación en cinco zonas de la reserva.

Los tramos a marcar comprenden del río Armenta al río Santa Ana; el otro tramo abarca la colonia La Puerta hasta la colonia Lempira, de la colonia Lempira a la zona denominada La Fortaleza, para finalizar el área de La Fortaleza, Casa Quemada y el río Naco. El trabajo de campo podría finalizar en cuatro meses.

Alex Vallejo, coordinador regional de áreas protegidas
del ICF, informó que la demarcación tendrá un costo de 650 mil lempiras, los cuales serán financiados por el Banco Mundial a través del Path.

“El proceso ha sido lento pero seguro, en la primera etapa demarcamos 27 kilómetros que van desde El Cusuco hasta el cerro Will, ya con estos 45 kilómetros serán más de 70 kilómetros de la reserva que van a estar marcados”, agregó.
El biólogo detalló que la demarcación física del área se hará con la instalación de hitos y rótulos de concreto.

Las autoridades pretenden finalizar la demarcación de la reserva en 2014 con la tercera etapa, siempre respetando los límites de la cota 200, que es hasta donde están permitidos los asentamientos humanos.

Otras especies de madera

Las autoridades regionales del ICF dieron a conocer ayer que el potencial comercial de la madera no tradicional en el país se está perdiendo. Pedro Romero, gerente regional del ICF, indicó que el proyecto Cuprofor ha investigado la existencia de 50 especies de madera de color, las cuales tienen un alto valor comercial.

Sin embargo, el mercado de la madera desconoce el valor y la calidad de las mismas y continúan buscando maderas de caoba y cedro. “Queremos que aprovechen las otras especies de madera y darles una tregua a las especies de caoba y cedro que están amenazadas en su existencia en nuestra zona”.

Laurel negro, santamaría, cedro rojo, selillón, limba, amargoso y huesito son algunas de las maderas trabajables y de calidad. “Existen en Olancho y Santa Bárbara”.