La arena blanca y las olas del mar son el imán de cientos de veraneantes que desde ayer disfrutan de las vacaciones de la Semana Santa.
Como preludio de las emociones, el clima caluroso atrajo a los turistas desde temprano por la mañana a las playas de Puerto Cortés, Omoa y La Ceiba.
Negocios de comida se instalaron a lo largo y ancho de la arena ofreciendo los platos típicos de la temporada. Por la tarde, los grupos musicales, sobre todo garífunas, amenizaron con sus ritmos caribeños que lograron que muchos contonearan las caderas.
La ciudad de Omoa no fue la excepción. Varias excursiones se desplazaron de diferentes partes del país.
Los extranjeros que llegaron el viernes para ver el partido en San Pedro Sula entre Honduras y México aprovecharon para visitar las playas.
“Me encantan las playas de este país. Son muy limpias y están muy avanzados en hotelería”, dijo la italiana Laura Etzi.
En las playas de Perú, y comunidades de Corozal y Sambo, en La Ceiba, ya se colocaron champas donde los visitantes pueden pasarla bien.
