Salvador López Tovar cumpliría hoy 84 años, y de ellos más de 50 los dedicó a trabajar como contralor en Diario La Prensa.
Graduado como licenciado en Contaduría, don Salvador deja un gran legado en su familia y también en la empresa, donde se reconoció siempre su trabajo, disciplina, orden y lealtad.
Trabajó desde niño ayudando en el cultivo de maíz y huerta a sus padres José María López y Catalina Tovar en los campos bananeros de La Lima.
Era el primero de 16 hermanos, con quienes creció con limitaciones, pero repetía una y otra vez que tuvo la mejor niñez.
Comenzó a laborar ya formalmente en 1958 en el departamento de Química de la Tela Railroad Company, la famosa compañía bananera, en el municipio de La Lima. Siguió en Banco Atlántida y en 1969 inició su exitosa carrera haciendo historia en Diario La Prensa.
Aquí forjó una carrera recordada por todos los que le conocieron, reconociendo su aporte a la empresa, pero sobre todo su profesionalismo.
“Salvador fue un ejemplo de trabajo, lealtad y sacrificio. Como empresa reconocemos esa inmensa labor, pero más que reconocerla es agradecerla”, dijo el presidente del grupo Opsa, Jorge Canahuati Larach.
Toda una vida en La Prensa y, de verdad, no hay manera de agradecerle a una persona confiable, leal y trabajadora.
Fue maestro de muchas generaciones y hoy que ha partido físicamente nos solidarizamos con su familia, de la que se sentía muy orgulloso”, dijo.
Don Salvador era padre tres hijos: Salvador, Jorge Mauricio e Ilen Marsela López Urcina, tenía ocho nietos y tres bisnietos producto de su primer matrimonio. Luego se casó con Irma Cardona Gutiérrez.
Sus hijos reconocen en él un ejemplo coherente en su pensar y actuar. “Deja una huella de integridad y una enseñanza que debemos luchar por nuestros sueños porque las limitantes están en la mente”, dijo Illen López.
Disfrutaba mucho la música tropical cubana y era un fiel admirador de la Sonora Matancera. No dejaba de escuchar a Beny Moré y Alberto Beltrán.
Era amante de fútbol, seguidor del Atlético Madrid y del Real España. Sus excompañeros de trabajo y su familia lamentan la partida de un hombre trabajador, honrado y leal. Nos enseñó que todo se logra con la ayuda de Dios porque Él da fuerza y recursos, porque las limitantes están solo en la mente, agregó Illen.
En paz descanse, don Salvador. Gracias por su legado y por su gran trabajo en Grupo Opsa.
