Si ven a María Melgar junto con su carrito de helados, en algún punto de San Pedro Sula es porque ella recorre de “punta a punta” la ciudad vendiendo los productos.
Ha trabajado en varios supermercados en el área de limpieza y en panadería como ella misma lo indica “ha trabajado de todo”, pero luego de estar desempleada y buscar sin éxito trabajo, comenzó hace un año a vender helados recorriendo las calles de San Pedro Sula.
Tiene 47 años y tres hijos en edades de doce, siete y seis años para los que trabaja incansablemente.
Pese a las altas temperaturas que imperan en San Pedro Sula, María camina por horas ofreciendo los productos helados con los que refresca el paladar de grandes y pequeños.
Trabaja para alguien más y aunque como ella indica “no gano mucho pero para la comida saco”, no pierde la esperanza de un día tener su propio negocio.
Su día comienza a las 4:00 de la mañana para dejar lista la comida y alistar a sus hijos para la escuela y finaliza a las 6:00 pm hasta que llega a su casa en Cofradía.
Recuerda que el primer día le dieron 800 lempiras en producto y ella ganó 400 lempiras, pero para poder obtenerlo trabajó desde las 7:00 am a 5:00 pm.
A diario visita dos centros educativos, donde algunos de los estudiantes se han convertido en sus clientes.
“Yo lo que les digo a las madres, que quizá no tienen trabajo, que busquen aunque sea este tipo de trabajo para que se ganen el pan de cada día, yo se que hay muchas madres que no tienen trabajo y que se ponen a pedir, pero pueden buscar este tipo de trabajo, es difícil pero uno va saliendo adelante”, compartió María a Diario LA PRENSA.
En Honduras, más de 2,4 millones de personas tienen problemas de empleo. El reto del Gobierno es generar mayores oportunidades de trabajo, algo que para la empresa privada se debe hacer inicialmente, con un diálogo para comenzar a trabajar juntos para lograrlo.
El subempleo afecta a 1,8 millones de hondureños.