24/04/2024
12:02 AM

“Mi primera gran misión será escuchar a los jóvenes”: Miguel Lenihan

Un rito solemne, nunca vivido en Honduras se realizó el sábado en la catedral metropolitana San Pedro Apóstol ante centenares de feligreses, obispos y presbiterio.

San Pedro Sula

Una nueva página se escribió en la historia de la Iglesia Católica hondureña. Monseñor Miguel Lenihan tomó posesión de la arquidiócesis de San Pedro Sula, convirtiéndose en el primer arzobispo de la recién creada provincia eclesiástica en el país.

La catedral metropolitana de San Pedro Sula lucía hermosa y abarrotada por fieles que llegaron desde diferentes puntos del país para presenciar el rito y eucaristía de la toma de posesión.Los sentimientos eran encontrados; alegría y tristeza.

Recibían con amor a monseñor Lenihan, pero despedían con lágrimas al obispo Ángel Garachana Pérez, quién por 28 años peregrinó junto a su pueblo.

Monseñor Lenihan fue recibido en la puerta principal de la catedral metropolitana por el obispo Garachana como administrador apostólico junto al padre Glenis Mejía, párroco de la catedral metropolitana, los cuatro decanos y el vicario de pastoral Enemecio del Cid.

El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, el nuncio apostólico, obispos, sacerdotes y la feligresía acompañaron al primer arzobispo de San Pedro Sula, Miguel Lenihan.

El párroco de la catedral entregó a monseñor Lenihan el crucifijo para ser besado, como signo de obediencia y entrega a Cristo en su episcopado.

El rito de acogida siguió cuando el primer arzobispo recibió el acetre y el hisopo para asperjar el agua bendita a sí mismo y a los presentes.

Luego monseñor Lenihan, acompañado de quienes le recibieron, se dirigió en procesión a la capilla del Sagrario, donde oró ante Jesús Sacramentado, seguidamente todos se encaminaron hacia la cripta de la catedral metropolitana donde se revistieron con los ornamentos litúrgicos para la celebración de la eucaristía.

Para saber

El cardenal Óscar Andrés Rodríguez acompañó la eucaristía y destacó el trabajo de monseñor Garachana en los 28 años.

Obispos hondureños y dos visitantes , sacerdotes, diáconos, acólitos y el cardenal Óscar Andrés Rodríguez esperaban para iniciar la procesión desde la cripta hasta la catedral.

Impresionaba la procesión de sacerdotes con sus ornamentos morados, por cuaresma, caminando por la primera calle para llegar a la puerta principal de la catedral donde eran recibidos con aplausos y lágrimas.

La eucaristía inició y fue presidida por el arzobispo Lenihan. El rito de toma de posesión continuó con la presentación del decreto de la Nunciatura Apostólica, del nombramiento, sustituyendo la bula papal que llegará en su momento, realizada por el secretario de la Nunciatura, Giacomo Antonicelli.

El arzobispo sentado en la cátedra recibió la adhesión y obediencia de distintas representaciones; el clero, las consagradas y consagrados , fieles, laicos y seminaristas. El rito finalizó y la eucaristía siguió.

En su primera homilía el arzobispo realizó el saludo franciscano “paz y bien” a la vez que agradeció a todos por acompañarlo en un momento tan importante. Explicó que su guía será su lema episcopal, las palabras dichas por Jesús a San Pedro, “Apacienta mis ovejas”.

“De hoy en adelante mi gran misión, apacentar las ovejas y rebaño de esta querida Arquidiócesis”. Con humildad dijo que van a seguir cosechando la siembra de monseñor Ángel, pero también seguirán sembrando.

“Seguiremos trabajando con las familias, los jóvenes, los pobres, las vocaciones y mi primera misión será escuchar a los jóvenes, ayudarles a redescubrir el valor y la alegría de ser amados personalmente con Dios.

Reiteró que ser pastor significa creer cada día en la fuerza que viene del Señor, a pesar de la debilidad. Pidió oración para sacar adelante la misión encomendada.La misa siguió su curso y llegó el turno de despedirse a monseñor Garachana, quien fue ovacionado por la feligresía.

Agradeció, pidió seguir orando por la Iglesia y contó que regresará a España, su país natal, a pasar un tiempo sabático. Regresaré a mi San Pedro Sula, pero mientras digo: “Adelante, monseñor Miguel, esta es su casa, su familia, su iglesia y su pueblo fiel”.

“Mi primera gran misión será escuchar a los jóvenes”: Miguel Lenihan