El empresario sampedrano Ernesto Lázarus analiza la situación que se vive en el país y asegura que las remesas son una tabla de salvación para la economía. Para el profesional de la ingeniería es importante el despegue en infraestructura que ha tenido la ciudad y considera que urge el saneamiento ambiental en la ciudad.
¿Qué resultados económicos nos deja 2019?
La economía tuvo una desaceleración producto de la falta de circulante por la merma en las exportaciones de café y falta de confianza en la inversión privada. Gracias a Dios, las remesas han seguido subiendo por encima de las expectativas y vemos que pueden alcanzar alrededor de $5,400 millones. Esto ha ayudado a mantener el cambio de moneda estable.
¿A qué se debe la falta de confianza del inversionista privado?
El inversionista local está precavido por la incertidumbre política y la falta de definición de las reformas electorales. Hay mucha impaciencia por ver cómo se resuelve la crisis de la Enee. Hay muchos proyectos de energía detenidos porque la banca no quiere financiarlos hasta tanto no se asegure la fuente de pago. Si la Enee sigue atrasada en los pagos y el Gobierno no acelera la reestructuración de la industria energética, la inversión privada no vendrá.
Además de los problemas de la Enee, ¿qué otros retos tiene el Gobierno para estimular el crecimiento económico del país?
Mientras no haya un clima de confianza jamás creceremos económicamente. El Gobierno anuncia un crecimiento del PIB de alrededor del 3%, pero en realidad si usted resta el crecimiento de la banca, telecomunicaciones y tal vez energía, el crecimiento es despreciable o incluso negativo.
En EE UU, el presidente Trump bajó los impuestos y la economía se reactivó, y esto nos ha beneficiado con un aumento de las remesas.
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La reducción de impuestos le traerán mayores ingresos al Gobierno por el movimiento económico. El presidente Hernández debe creer que esto es cierto y le aseguro
que verá un cambio. El Gobierno debe acelerar el paso para la simplificación administrativa, abunda la tramitología. La designada María Antonia Rivera es una gran promotora del proyecto y creo en ella, pero me parece que necesita más apoyo del Gobierno central.
¿Qué otras ideas puede sugerir al Gobierno para lograr ese crecimiento económico?
Para comenzar nunca habrá erradicación de la pobreza si no pensamos en un crecimiento del PIB arriba del 7%. Eso solo se logra controlando la corrupción, incorporando el gobierno digital para que las licitaciones se hagan transparentemente, reformando la ley de concesiones para aumentar la competencia de los postores y mucha inversión pública. Hay un proyecto de infraestructura vial que traerá muchos beneficios para las comunidades rurales, pero hay que complementar esa inversión con infraestructura de salud y educación.
¿Qué piensa de la ola de protestas que se están dando en Suramérica y cómo esto puede afectar el desarrollo en Honduras?
La estructura política a nivel latinoamericano, y Honduras no es la excepción, debe reinventarse para servir los genuinos intereses de la colectividad.
Honduras tiene una gran oportunidad para emprender reformas electorales que contemplen mayor representación de la ciudadanía. El Congreso debe abrir espacios para que las nuevas leyes reflejen este cambio en la visión democrática de largo plazo. Este reto lo debe tomar el presidente Oliva con confianza y determinación; tiene una oportunidad histórica de emprender estos cambios patrióticos. Ojalá nos escuche.
¿Considera que SPS despegó en infraestructura?
Sí, por fin, y después de un rezago de muchos años. La ciudad está teniendo lo que se merece y, lo mejor, enmarcado en un Plan Maestro de Desarrollo Municipal que es promovido por la alcaldía.
¿Qué falta por hacer en la ciudad?
La infraestructura para sanear la ciudad porque es el tema que tenemos pendiente y que ya no puede faltar en una ciudad como San Pedro Sula.