Más de 20 organizaciones dedicadas a ayudar a personas con retos especiales paralizaron ayer sus labores como medida de protesta contra la decisión del Gobierno de reducir el 40% del presupuesto de 29 millones, los cuales son divididos en 70 centros de todo el país.
Los portones ayer permanecieron cerrados. Unas 25 mil personas que tienen algún impedimento físico ya sea para oír, ver, hablar, caminar entre otros, quedaron sin atención.
Rubén Vásquez, director de la fundación Luis Braille -la escuela para no videntes- dijo que el raquítico porcentaje que aportan las autoridades del Gobierno a estos centros apenas ajusta para honrar algunos pagos, como luz, agua, electricidad, entre otros.
“Estamos en crisis financiera, no tenemos cómo pagar a los maestros, debemos dos meses de sueldo, y con esta noticia de que se retira el apoyo a los centros nos veremos obligados a cerrar algunos programas y filiales, todo por falta de fondos”.
Vásquez instó a los políticos que hicieran sus campañas basadas en ayudar a los necesitados.
“Hemos visitado a varios diputados de Cortés, pero nadie nos atiende. Siempre nos cierran las puertas, es lamentable porque nosotros trabajamos para mejorar la vida de cientos de invidentes que se ven en dificultades por no tener cómo valerse por sí mismos.
Cuando la gente viene aquí por primera vez no sabe cruzar calles, identificar sonidos, leer, escribir, y todo eso lo van aprendiendo mediante un proceso, sería triste si tuviéramos que cerrar por falta de apoyo y conciencia de las autoridades”, declaró Vásquez, quien también es ciego.
Vivir en las sombras o en el silencio no es fácil.
Estas personas luchan a diario por vencer adversidades y discriminación; pues aunque muchos
aprenden un oficio, difícilmente son tomados en cuenta para puestos de trabajo, así lo aseguró Patricia Madrid una alumna de la clase de taller del centro para sordos, quien con señas intentaba comunicarse, ya que nació con sordera.
Sara Flores, directora de la escuela para sordos Ministerio Cristiano Esmirna, tradujo el mensaje de Patricia Madrid. “No hay oportunidad para nosotros, el Gobierno nos tienen en el abandono. Tenemos hijos y responsabilidades que atender, pero no conseguimos trabajo, porque la gente cree que no tenemos capacidad”.
Protestas
El jueves se reunirán en Tegucigalpa los representantes, afiliados, alumnos y padres de familia de las diferentes organizaciones que hay en el país, frente a la Casa Presidencial, con el fin de alzar la voz en protesta a lo que ellos denominan una arbitraria decisión en contra de los derechos de las personas con retos especiales.
Ayer hubo una protesta en la capital. Los manifestantes aseguran que
más de 700 mil hondureños sufren de alguna discapacidad.
“La política y el poder han cegado a las autoridades del Gobierno”, dijo Danilo Núñez, profesor de la escuela Luis Braille.