La Iglesia católica ya emitió las directrices para las actividades religiosas de la Semana Santa. Por segundo año consecutivo, los hondureños pasarán una Semana Mayor con restricciones debido a la pandemia.
El obispo de la Diócesis , monseñor Ángel Garachana, emitió un conjunto de criterios y directrices que tienen como finalidad celebrar, vivir y acrecentar la comunión en Jesucristo muerto y resucitado en la iglesia durante la Semana Santa, además de cuidar la salud, la vida y protegerse del contagio del coronavirus.
En la Diócesis de San Pedro Sula se respetarán las directrices y normas de Sinager y el protocolo emitido por la Conferencia Episcopal de Honduras.
Los sacerdotes recuerdan el distanciamiento de metro y medio, mascarilla, lavado de manos y la capacidad del templo para no sobrepasar el número de personas.
En los templos se celebrarán los actos litúrgicos, como el Domingo de Ramos, misa crismal, Miércoles Santo, misa de la Cena del Señor el Jueves Santo, Pasión del Señor el Viernes Santo, vigilia pascual el Sábado Santo y misas del Domingo de Resurrección.
De acuerdo con lo establecido en el protocolo, se suprimen los actos presenciales masivos de religiosidad popular que se hacen por las calles, como Viacrucis, Santo Entierro, Procesión de Ramos, pues no se garantiza el distanciamiento.
Se recomienda a los párrocos que consideren a su conveniencia la posibilidad de multiplicar esas celebraciones para que con las medidas de bioseguridad los fieles puedan asistir. Según las medidas, se suprimen el lavatorio de los pies, besar o tocar la cruz en la adoración del Viernes Santo, las unciones del bautismo y confirmación en la vigilia pascual.
Aclaran en los criterios que si se realizan dichos sacramentos, las unciones deben hacerse con una bolita de algodón impregnada del óleo correspondiente.
Domingo de Ramos
Se hará toda la celebración dentro del templo. En la catedral y en las parroquias se puede hacer una adaptación de la “entrada solemne”, señalan las directrices.
“Los fieles están todos en sus puestos con los ramos. El sacerdote con algunos ministros hacen la procesión de entrada y se colocan en la parte delantera del presbiterio. Desde ahí se lee el evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén y se bendicen los ramos. A continuación el celebrante se dirige al altar, lo venera, después va a la sede y dice la oración colecta. La misa prosigue como de costumbre”, explica el documento.
La misa crismal se celebrará el miércoles en catedral con la presencia de los sacerdotes y se pide a la feligresía que siga la eucaristía por las redes sociales. Estas directrices tienen vigencia en todas las parroquias de Cortés y otros departamentos.