Los recuerdos se han quedado en la memoria de muchos porteños, sobre todo de los que viven en las cercanías de las playas de Travesía, El Faro y Marejada, quienes fueron los primeros en sentir la fuerza del huracán la mañana del 28 de octubre de 1998.
Ese día, las autoridades comenzaron a evacuar, también, a los habitantes de municipios vecinos, como Omoa, donde, en ciertas zonas, el viento y el oleaje del mar destruyeron decenas de casas.
Antes. Hace 20 años, la periodista Roxana Rodríguez, de Diario La Prensa, cuando caminaba sobre las paredes (sin techo) del Hotel Costa Azul afectado por los vientos del Mitch.
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“Me encargué de hacer filmaciones de lo que estaba pasando en Puerto Cortés cuando estaba inundándose”, dice.
Ahora. Hace 20 años, la periodista Roxana Rodríguez cuando caminaba sobre las paredes (sin techo) del Hotel Costa Azul afectado por los vientos del Mitch.
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La destrucción, según Canales, no sólo la sufrieron en el hotel, sino en casas de pobladores que estaban en las cercanías del mar, donde los techos se desprendieron y salieron volando. Al mismo tiempo, el agua del mar inundó viviendas y obligó a las personas a refugiarse en los albergues.
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Luego de que los poderosos vientos huracanados arrancaran el techo, el agua del mar llegó hasta el hotel y estuvo a punto de causar más estragos.
Después de algunos días, los dueños y empleados del hotel hicieron las tareas de limpieza y tardaron unos dos meses para poner todo en orden.
Canales recuerda con satisfacción que, aunque cuantificaron pérdidas económicas, los dueños se mantuvieron solidarios y no despidieron a ningún trabajador.
Veinte años después, los inversionistas, que lograron sobreponerse al golpe ocasionado por Mitch, tienen un Costa Azul remozado y más grande y un segundo hotel con el mismo nombre frente a las playas públicas de Puerto Cortés.
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Laguna de Alvarado. La lluvia y el agua de la laguna de Alvarado (inofensiva en verano) inundaron muchas viviendas de colonias y barrios del municipio de Puerto Cortés .
Miembros de Cuerpo de Bomberos y Cruz Roja recuerdan que los habitantes de Puerto Cortés demoraron varios meses para volver a la normalidad, porque con las inundaciones,perdieron algunas de sus pertenencias.
Empresas de carga sacaron sus camiones repletos con mercancías a la orilla de la carretera para evitar que se dañaran.
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