La categoría de mejor director en los Óscar tiene muchísimo sabor mexicano en los últimos años gracias a Alejandro González-Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, que tratará, en esta ocasión con Roma, de extender la era dorada de México en este prestigioso apartado de los premios.
“Los tres amigos”, como se les conoce coloquialmente, se llevaron las estatuillas a mejor director en cuatro de los últimos cinco años con los triunfos de Cuarón en 2014 por Gravity, de Iñárritu en 2015 y 2016 por Birdman y The Revenant, y de Del Toro en 2018 por The Shape of Water.
SPIKE LEE, UN NOVATO CON
MUCHA EXPERIENCIA
El momento llegó por fin para Lee, nacido en Atlanta, Estados Unidos, en 1957, con “BlacKkKlansman”, la insólita historia de un policía negro que logró infiltrarse en las filas del ultraconservador y racista Ku Klux Klan y que permitió al realizador trastear con el drama y la comedia y coquetear, en ciertos momentos, con el “blaxploitation” (movimiento cinematográfico de los setenta protagonizado por afroamericanos).
Aunque nunca se ha llevado una estatuilla, el responsable de cintas como “Do the Right Thing” (1989) o “25th Hour” (2002) sí tiene un Óscar honorífico de la Academia por su brillante trayectoria.
ADAM MCKAY, EL RIDÍCULO
DE LA POLÍTICA
Los inicios cómicos de McKay, quien nació en Philadelphia, Estados Unidos, en 1968, en películas como Anchorman: The Legend of Ron Burgundy (2004) se dejan notar en su estilo juguetón como realizador, donde son abundantes los guiños irónicos, los insertos o el cruce de géneros.
McKay ya sabe lo que es llevarse a casa una estatuilla, puesto que por The Big Short ganó el Óscar al mejor guion adaptado por su labor junto con Charles Randolph.
YORGOS LANTHIMOS, UN HETERODOXO EN HOLLYWOOD
Lanthimos nació en Atenas en 1973 y entró como un ciclón en el circuito de la gran pantalla con la surrealista y sorprendente Kynodontas (2009) y, posteriormente, fue subiendo escalones en la industria hasta codearse con estrellas de Hollywood como Colin Farrell y Rachel Weisz en The Lobster (2015) o Nicole Kidman en The Killing of a Sacred Deer (2017).
La tendencia continuó con The Favourite, un drama de época y su primera película sin un guion firmado por él en el que se apoyó en un excelente trío femenino protagonista: Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone, todas ellas nominadas al Óscar por sus interpretaciones.
PAWEL PAWLIKOWSKI, AMOR
IMPOSIBLE EN BLANCO Y NEGRO
Con un espléndido blanco y negro y una historia de amor imposible, Cold War
maravilló en certámenes como el Festival de Cannes, donde Pawlikowski (Varsovia, 1957) se hizo con el premio al mejor director.
Cold War narra la historia de Zula y Wiktor, una cantante y un director de orquesta que se enamoran pero quieren llevar dos vidas muy diferentes: ella quiere permanecer en Polonia; sin embargo, él desea huir de las prohibiciones y la falta de libertad de su país.
ALFONSO CUARÓN, DE “ROMA” AL CIELO
Al frente de esta película en todos sus recovecos, la dirección de Cuarón en Roma brilla por su maestría a la hora de conjugar todos los elementos del lenguaje cinematográfico, desde los planos secuencia hasta la configuración de espacios, tanto íntimos como multitudinarios.
Ganador del Óscar a mejor director por Gravity, Cuarón llega lanzado con Roma tras recibir los galardones a mejor dirección en los Globos de Oro y los Bafta.
Aunque la mejor señal de sus posibilidades es, quizá, haberse llevado el premio del Sindicato de Directores (DGA), un oráculo bastante fiable, puesto que en nueve de los últimos diez años los cineastas que triunfaron en los reconocimientos de esa organización se alzaron también con la victoria en los Óscar.