"Hagan bien las cuentas: si no es necesario emigrar, no se arriesguen"
En 2024, Casa del Migrante atendía a 200 personas diarias, hoy el máximo son 30. Pese a los cambios y regulaciones que hay en USA, los peligros se mantienen latentes a lo largo de la ruta del migrante por México

- 01 de abril de 2025 a las 20:36 /
Gemayel Fuentes, coordinador de la Casa del Migrante Sin Fronteras Scalabrini en Tecún Umán, conversó con LA PRENSA Premium sobre cómo se han reducido los flujos migratorios hacia México, un hecho que aún real, puede ser transitorio, ya que a su juicio, la migración continuará.
La casa del migrante Sin Fronteras Escalabrini se localiza a unos pocos pasos del río Suchiate y es considerada por los propios migrantes como un "oasis en el desierto", donde los reciben con amor y cuidados.
¿Qué de nuevo se ve en este paso?
Para entender lo que ahorita está pasando, necesitamos irnos tres años atrás. 2023 marcó una historia, 2022 y 2021. 2024 fue otro año que también nos marcó a nosotros aquí todo lo que es la movilidad. En 2022, Casa del Migrante empezó a tener el alto índice de migración, ha tenido más de 14,600 personas.
Luego de 2023, 30,122. al año. Y el año 2024 cerramos con 32,163. Eso significa entonces que el alto flujo migratorio fue en los tres años anteriores, pero en el 2025 hemos iniciado con una disminución. Es decir, hemos regresado al año 2020 para atrás, 2019, cuando atendíamos 6,000 personas.

¿Cree que el tema Trump haya influido en que no estén cruzando como habitualmente se miraba en este cruce?
Bueno, no podemos decir en su totalidad que sí, pero que efectivamente ha tenido cierto impacto. Desde ahí se vio que la población migrante, venezolana sobre todo, que son los que tenían el mayor índice de migración, disminuyeron su flujo.
¿Impactaron las políticas?
Claro que sí impactaron. Sin embargo, el migrante realmente que tiene necesidad de superarse económicamente para superar los gastos altos que están ahora en la vida cotidiana de toda su familia, para proteger a su familia porque corren peligro, a ellos no les importa qué leyes hayan aprobado.
En la administración pasada del presidente igual pasó, pero esas necesidades empujaron a que, sin importar qué sucediera, continuaran y empezaron a caminar para poder llegar a su destino. Y pensamos que esta vez pues el migrante realmente que necesita de una protección, necesita de salir adelante, no se va a quedar varado.

Entonces, esa necesidad los va a sacar en un momento de sus casas, probablemente.
Probablemente eso pueda pasar. Sin embargo, todas las medidas sí, por ahí fueron tomadas en cuenta y por eso ha disminuido también parte de la migración.
¿En promedio cuántos están recibiendo o atendiendo o asistiendo aquí en esta Casa del Migrante al día?
Nosotros teníamos, como le decía, años atrás, a pesar de el 2024, teníamos no menos de 200 personas diarias. Ahorita tenemos 17, 20, 30, 25. Entonces se ha visto una disminución muy alta.

Y aquel fenómeno que se dio un tiempo también de las familias, los núcleos familiares completos, tenían madres con sus hijos, con su esposo, con varios hijos, niños incluso de pecho, otras mujeres embarazadas. ¿Se sigue viendo?
Tal vez ya no como fenómeno, sino como una migración normal. Pero sí, están pasando mujeres con niños, con esposos, porque van huyendo de la pobreza, van huyendo de la falta de un empleo, van huyendo del crimen organizado, van buscando muchas oportunidades para subsistir en familia. No tienen todo lo necesario y tienen que buscar un trabajo que les dé ese mantenimiento diario.
¿Cree que los militares en la frontera han hecho que el migrante detenga por ese temor que infunden también los militares?
Normalmente han habido militares que han visto, pues el trabajo de ellos, la misma constitución, es velar por los guatemaltecos en las zonas fronterizas y ellos han hecho su trabajo, pero al soldado, como le decimos aquí en Guatemala, no lo ven con peligro, al contrario, son a quienes lo ven con respeto y por ende ellos no se meten. No hemos visto que se haya metido con migrantes.
Ellos están haciendo su trabajo por la seguridad que también se veía amenazada en estas fronteras recientemente, pero que ahora ha estado todo de la más natural posible, ha estado con seguridad, entonces pensamos que no ha influido esto. Ha influido lo que viene desde el norte.

¿Ustedes esperaban también así, ver ese momento donde no estén cruzando los migrantes?
De tantos migrantes que pasaban, que pasaban pensamos en su momento que quizás esto iba a continuar, pero también sabíamos que iba a llegar un momento que eso iba a bajar. Y claro, llegó el nuevo presidente (Trump) y todas las políticas que en su campaña anunció y que sabemos que sí los cumple.
Entonces el migrante también vio por cómo avanzar en los últimos meses de 2024 y para que en este año lo que pasara, pues ya estaba o dentro o más adelante. Entonces sí preveíamos que eso pasara.
Los migrantes son parte de la dinámica económica. ¿Cree que su ausencia ha afectado la situación de seguridad en la frontera?
Normalmente la migración en esta zona ha causado empleo indirecto. Eso hacía que también familias se dedicaran a apoyarlos o personas particulares que antes no lo hacían, pues ya lo movilizaban de otra manera para el río y de ahí para allá ellos sabían cómo movilizarse, especialmente aquellos que por primera vez llegaban a la ciudad.
Pero la inseguridad que se había visto meses atrás no fue causada tanto por los migrantes. Sin embargo, sabemos que eso ha cambiado también en esta zona. Sabemos que ahora estamos más seguros dentro de lo que cabe. La inseguridad no ha sido tema relacionado con la migración.

Cuéntenos un poco del trabajo y el papel que hace esta Casa del Migrante. ¿Cuánto tiempo tienen de estar aquí en Tecun Umán?
La Casa del Migrante Sin Fronteras Escalabrini lleva más de 27 años atendiendo en esta zona, no solo como albergue, porque albergue creo que es lo más fácil de dar. Nos llamamos Casa del Migrante por el trabajo completo que se da. Atención médica, medicamentos, examen clínico laboratorio, odontología, psicología, trabajo social con todas las necesidades básicas de un migrante, alimentación, hospedaje, pero también no nos quedamos solos con los que estamos atendiendo, los que vienen y necesitan de la institución.
¿Qué otros servicios ofrecen?
Vamos un poco más allá. En conjunto con una institución, una empresa guatemalteca, también damos cursos básicos para todo el pueblo que necesite esos cursos, una preparación, cursos de panadería, repostería, uñas acrílicas, corte de cabello, repostería, alimentación, o sea, todo lo que son cursos básicos impartidos por una institución reconocida en Guatemala, para que ellos tengan esa oportunidad de prepararse y poder ser útiles en la sociedad o tener su propio empleo, generar ingresos propios, y con eso un granito de arena se contribuye para evitar una migración forzada.
¿Dónde más funcionan?
También tenemos oficinas en el Centro Retornado Vía Terrestre de México, también una en la terminal de autobuses, también trabajamos con grupos organizados en todo lo que es el departamento de San Marcos, dando talleres, charlas, capacitaciones, programas radiales, capacitando a líderes comunitarios para que ellos emprendan ese tema y vayan a decir a las comunidades muy lejanas cuáles son las causas de la migración, los efectos que tienen en salir sin un documento en orden, y todos esos temas también los damos.
¿Y reciben retornados y gente que se está regresando?
Atendemos a todo tipo de migrantes, los que van y los que vienen. Como les decía, tenemos una oficina en el Centro Retornado Vía Terrestre de México, allá les damos internet, llamadas. Aquí recibimos gente de Guatemala. Muchos van muy lejos, necesitan hasta 17, 18 horas para llegar, entonces vienen a pernoctar aquí.

¿Y vienen hondureños?
No, los hondureños y los demás de Centroamérica los llevan hasta su frontera. Aquí vienen solo guatemaltecos, pero hace un par de meses atrás tuvimos información en la terminal de autobuses en otra oficina que sí estaban muchos hondureños retornando por su propia cuenta. Entonces allá llegaban. Aquí hemos también apoyado a retornar a hondureños porque se quedaron sin quien los ayudara o enfermos. Hemos trasladado a personas que se han ido al hospital, hemos velado por ellos hasta que están sano, regresa y de aquí, pues buscamos con personas altruistas y logramos comprarle el boleto y lo trasladamos hasta Honduras.
Realmente que son la mano amiga de esos migrantes, porque es duro el camino.
Para ellos llegar hasta esta institución, cuando vienen sin nada, es encontrar un vaso de agua en un desierto. Por eso a esta casa los mismos migrantes le han llamado un oasis en el desierto. Porque han encontrado primero dónde descansar. Un vaso de agua, un plato de alimento. Han encontrado dónde bañarse, dónde curarse esas heridas que traen por el camino. Esas llagas, por ahí si tenemos un par de zapatos, se los damos. Necesitan un cambio de ropa también, buscamos y se las damos.
Entonces, por eso la atención que nosotros damos, tenemos atención humanitaria integral. Por los servicios que les damos. Que ellos se sientan en casa. Que ellos se sientan tranquilos. Las mujeres tenemos los cuartos especiales para ellas también, donde se quedan con camas cómodas y con aire acondicionado por el calor que hace aquí. El objetivo de esto es también que se sientan tranquilas.

En el caso de psicología, tienen programas con ellas para que se cuiden, o se autocuiden, ¿verdad? Apoyando a los que se pinten las uñas, que se hagan maquillaje, el rostro, que se lo cuiden con algún tratamiento. Y mientras los niños, tenemos pantallas donde los sentamos, programas educativos que se entretengan mientras las madres se autocuidan. O duerman, descansen y con ellos recobren energía y puedan ellas o continuar o regresar.
¿Cuánto tiempo pueden permanecer aquí?
Cada caso es diferente. Normalmente les decimos un día, porque era mucha gente, y ahora podemos atenderlos mucho más tiempo. Hay gente que se ha estado hasta una semana o dos, dependiendo cada necesidad.
¿Algún mensaje que le quieran mandar a esa comunidad de migrantes que se ha abstenido de emigrar por lo que sea y que no está cruzando? ¿Qué recomendación o consejo le daría en este caso a ellos?
Nuestro lema siempre ha sido no incentivar la migración. Al contrario, si se pueden quedar, quédense. A veces por ir a ganar unos dólares más de que se gana en Guatemala, se pierde la vida o se gasta más de lo normal. O se endeudan o pierden una casa porque la han hipotecado.
Siempre les decimos, hagan cuenta bien, qué vale más: el dinero o su vida. Vale más la familia que dejaron, o lo que van a ir a ganar en otro lado. Si económicamente estaban mal, pero tenían un trabajo que les daba para el sostenimiento, ¿por qué arriesgar la vida? ¿Por qué dejar a la familia?
Entonces, siempre decimos, si no es necesario viajar, no se arriesguen. El camino es difícil, es duro. Y no porque las autoridades están reteniendo, no, sino es por todo el trayecto, esos miles de kilómetros que tienen que avanzar para llegar a un destino.
