Población de hondureños en USA es de 1.2 millones, casi la mitad vive ilegal
Honduras es el segundo mayor expulsor de migrantes hacia Estados Unidos. La migración creció 86% entre 2015 y 2023. Allá vivían en ese periodo 1,203,000 personas, y de ellos, unas 525,000 personas son no autorizados
- 26 de mayo de 2025 a las 00:00 /
Con un crecimiento del 86.1% en su población migrante en Estados Unidos entre 2015 y 2023, Honduras se mantiene como el segundo país más expulsor de América Latina, superado solo por Venezuela, cuya diáspora creció más de 360%.
Entre 2015 y 2023 más del 60% del crecimiento de la migración de América Latina y el Caribe en Estados Unidos se debió al flujo de migrantes procedentes de Venezuela, Honduras, Colombia, República Dominicana y El Salvador.
Ello significa que mientras la crisis venezolana acaparaba titulares, silenciosamente Honduras también se convertía en el segundo mayor expulsor de migrantes hacia Estados Unidos en la región, cifra que solo se ha visto frenada este año, tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
La gran potencia norteamericana es un país construido con el sudor de inmigrantes, aunque ahora, su presencia sea incómoda. Estos datos no solo ponen en perspectiva el flujo migratorio de hondureños, también abre una ventana para ver qué hace esta población, de qué vive, dónde vive, su formación académicas y sus condiciones laborales.
LA PRENSA Premium analizó los extractos relacionados a la comunidad hondureña estudiados en la décimo segunda edición del Anuario de Migración y Remesas México publicado en 2024, y que reconoce que la migración internacional es un fenómeno permanente de alcance mundial.
Estos datos indican que la cifra de hondureños viviendo en Estados Unidos a 2023 era de: 1,203,000 personas, y de ellos, unas 525,000 personas ( 5.0% del total) son migrantes no autorizados en EEUU.
Diáspora
La población inmigrante en Estados Unidos ha mantenido una tendencia creciente desde 1995, interrumpida entre 2020 y 2021 por la pandemia por covid-19.
En 2023 llegó a 51.5 millones de personas, 15.6% de la población del país, de las cuales más de la mitad son originarias de América Latina y el Caribe (26.3 millones).
Asia se ubica en la segunda posición con 15.5 millones de inmigrantes (30.1%).
4.8
millones
de centroamericanos vivían en Estados Unidos hasta 2023. Las tres principales comunidades son de Guatemala, El Salvador y Honduras.
La mayoría de inmigrantes en Estados Unidos de México, Guatemala, República Dominicana y El Salvador llegaron entre 1990 y 2007; mientras que las personas nacidas en Honduras y Venezuela llegaron en su mayoría a partir de 2008, según la Current Population Survey, Annual Social and Economic Supplement (CPS ASEC), 2000-2023.
Las personas inmigrantes de Honduras (17.7%) y Guatemala (20.0%) tienen las menores proporciones con ciudadanía estadounidense.
En cuanto a los principales estados de residencia, los hondureños, según datos de 2023 residen en su mayoría en Texas 287,000 (23.9%), Florida 155,000 (12.9%), Maryland 136,000 (11.3%), Nueva Jersey New Jersey 77,000 (6.4%) y Georgia 72,000 (6.0%) Florida 155,000 (12.9%).
En lo referente al nivel educativo e ingresos por sueldos y salarios, las diásporas migrantes de México, El Salvador y Honduras tienen niveles de escolaridad similares: el bachillerato es la escolaridad más común y menos de una cuarta parte tiene estudios de nivel superior.
De los hondureños, unos 9.3 tienen es un profesional con posgrado. En 2023, una persona inmigrante mexicana ganaba por sueldos y salarios 25,570 dólares anuales en promedio (L664,820 anuales), monto menor que las de República Dominicana, El Salvador, Venezuela, Colombia o Haití.
Los hondureños están entre los que menores ingresos tienen, de todas las diásporas analizadas.
Los ingresos anuales promedio por sueldos y salarios de la población hondureña inmigrante empleada en Estados Unidos fue en promedio en 2010 de 19,802 dólares anuales (L514,852 anuales al cambio actual), mientras que en 2020 osciló entre 22,354 dólares (mejor año) y para 2023 fue de 21,783 dólares constantes a precios de 2023).
En lempiras representa L566,358, lo que denota un promedio mensual de L47,196.5.
Referente a los principales sectores de actividad económica de la población inmigrante ocupada en Estados Unidos, la construcción, los servicios profesionales y administrativos, y la hostelería y esparcimiento son los tres principales que ocupan a la población inmigrante en Estados Unidos originaria de Honduras.
Adicionalmente, en los primeros dos países las manufacturas también son de importancia, y sobresale la fuerte concentración en la construcción de los últimos dos países.
Más vulnerables que nunca
Para esos centenares de hondureños que viven y trabajan en Estados Unidos las condiciones migratorias actuales no podrían ser peor.
Itsmania Platero, defensora de derechos humanos y migrantes, dibujó con un pasmoso baño de realidad, la situación de vulnerabilidad que enfrentan los hondureños en aquel país.
Ella considera que todos aquellos que ingresaron legalmente a Estados Unidos mediante la aplicación CBP One, todos los que tienen TPS que son entre 54,000 y 57,000 según cifras oficiales, más los que tienen Parole Humanitario están expuestos a ser deportados como consecuencia de las duras políticas migratorias que empuja Donald Trump desde que se sentó en el Salón Oval el 20 de enero pasado.
Como ellos también están en condición de gran vulnerabilidad los hondureños con procesos de asilo, que de acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), son aproximadamente el 68% de los 138,000 hondureños con ese trámite en curso.
A ellos también se suman aquellos 270,000 hondureños que dijo el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), están plenamente identificados, y muchos con orden de deportación.
De este grupo se desprende los primeros 38 que ya se autodeportaron, es decir, que optaron por regresar voluntariamente a su país utilizando la aplicación CBP Home.
Para Platero, esta situación sumada a la recientemente aprobación en la Cámara de Representantes del ambicioso paquete legislativo denominado la “One Big Beautiful Bill” (Una Gran y Hermosa Ley), vulnera más el panorama de los migrantes, ya que también les gravarían con un 3.5% el envío de remesas.
Esta legislación, que Donald Trump describió como “hermosa”, abarca una amplia gama de reformas fiscales, de gasto y políticas sociales, y ahora se encuentra en debate en el Senado.
En este sentido, Amparo Canales, expresidenta del Colegio Economista de Honduras, advirtió sobre el impacto que la dependencia del país en las remesas tiene en la economía y la calidad de vida de las familias hondureñas.
Ella enfatiza la urgencia de implementar estrategias para fortalecer sectores clave como la agricultura y el turismo, generar empleo y mejorar la producción nacional, especialmente ante la inminente siembra.
Además, menciona que la economía nacional ya muestra señales de desaceleración y que es crucial trabajar en políticas que promuevan el crecimiento y la creación de empleos, especialmente para migrantes retornados.
