Más de 53,000 estadounidenses son hijos de padres hondureños con TPS

Estos hondureños llevan casi tres décadas a la sombra de un estatus temporal, pero en ese tiempo han construido negocios, pagan hipotecas e incluso son bilingües. Hoy están en vilo ante la falta de respuestas sobre una nueva extensión

Más de 53,000 estadounidenses son hijos de padres hondureños con TPS
San Pedro Sula, Cortés

Miles de hondureños amparados con el Estatus de Protección Temporal (TPS) se han convertido en una comunidad trabajadora, estable, con raíces profundas en Estados Unidos. No obstante, esa tranquilidad depende de un sí o un no a la nueva extensión del estatus que los ha cobijado desde 1998.

A pesar de las limitaciones migratorias y económicas que enfrentan con cada extensión, los hondureños han logrado integrarse, emprender y contribuir de forma activa a la economía y al tejido social del país que los acogió hace casi 30 años.

La huella de estos hondureños no solo se puede ver en Estados Unidos, donde muchos tienen casa o pagan hipoteca, e incluso son dueños de pequeñas empresas de servicios.

Comunidad hondureña redobla su lucha por el TPS en Estados Unidos

En muchos pueblos de Honduras, hace un par de décadas era común ver hileras interminables de casas de bahareque o adobe, repelladas con mezcla de cal, rodeadas de patios extensos, animales de granja y árboles frutales.

Hoy esos humildes techos se han transformado en casas de bloques de cemento, con diseños modernos, cercas bien construidas, balcones y ventanas de celosía, reflejando el esfuerzo de miles de hondureños que emigraron y que llevan años enviando remesas para mejorar la vida de sus familias y sus hogares.

¿Pero, cuántos hondureños viven en Estados Unidos con TPS? ¿A qué se dedican? ¿Cómo viven? ¿Por qué llevan casi tres décadas a la sombra de un permiso temporal cuando pudieron gozar del sueño americano de forma legal?

Los hondureños han vuelto a salir a solicitar una nueva ampliación del TPS que les permita seguir viviendo y trabajando tranquilos, sin exponerse a arrestos o deportaciones. EUA no ha dado avisos sobre la nueva extensión.

Expectativas

De acuerdo al Observatorio de las Migraciones Internacionales en Honduras, adscrito a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), esta comunidad está integrada hoy en día por unos 55,000 hondureños que se encuentran en vilo y a la expectativa, ya que el gobierno de Donald Trump ha prolongado el anuncio que dirá si este beneficio sigue o se elimina.

A marzo de 2024, había más de 850,000 personas de 17 países designados en Estados Unidos protegidas por el TPS. La mayoría de beneficiarios entonces eran de Haití, El Salvador y Venezuela.

El 1 de febrero, la segunda administración de Trump puso fin al TPS para cerca de 350,000 ciudadanos venezolanos. De la noche a la mañana, el cambio de política colocó a estas personas en riesgo de deportación en cuestión de meses.

Y los hondureños tienen miedo de correr con la misma suerte.Para el viceministro de Relaciones Exteriores, Antonio García, “no hay que ser aves de mal agüero diciendo que fue negativa la decisión y que se canceló el TPS. No tenemos noticias sobre la decisión y el silencio habla a favor de que será una decisión buena porque cuando es negativa se dice ya”.

Apela a esperar con optimismo ya que el TPS sigue vigente hasta el 5 de julio, con la posibilidad de una renovación automática más.

Más de 53,000 estadounidenses son hijos de padres hondureños con TPS

Los hondureños con TPS.

En 2017, se construyó el primer retrato estadístico sobre los llamados tepesianos, que siete años después sigue vigente, ya que analizó su situación real a profundidad.

Fue elaborado por Robert Warren y Donald Kerwin del Center for Migration Studies. En enero de 2017, se estimaba que eran 325,000 migrantes de 13 países los designados para TPS que residían en Estados Unidos.

El estudio compara a los beneficiarios del TPS provenientes de El Salvador, Honduras y Haití y revela poblaciones trabajadoras con fuertes lazos familiares y de otro tipo con Estados Unidos.

Dato

Honduras recibió su primera designación en 1999, tras los desastres provocados por el huracán Mitch en 1998. La extensión más reciente fue aprobada el 21 de junio de 2023, con vigencia hasta el 5 de julio de 2025.

Además, evidencia que un alto porcentaje ha vivido en el país durante 20 años o más (28 años a 2025), lo que indica que llegaron siendo niños junto a sus padres, y ahora ya tienen hijos ciudadanos estadounidenses; y sus padres, nietos.

En relación a los hondureños, que para entonces se contabilizaban un total de 57,000, los que constituyeron 43,300 hogares de esta nacionalidad amparados por el TPS en Estados Unidos, tenían un ingreso promedio anual de 40,000 dólares (L1,000,000 al cambio actual en Honduras).

De estos, el 76 % se encontraba en o por encima del umbral de pobreza. Estos hogares albergaban a 53,500 personas nacidas en Estados Unidos, es decir, hijos estadounidenses de migrantes con TPS.

La no renovación del TPS pone en riesgo de deportación a miles de hondureños, lo que implicaría una potencial separación familiar, especialmente por la presencia de hijos y adultos ciudadanos estadounidenses dentro de los núcleos familiares.

El TPS otorga protección y autorización de trabajo a los nacionales hondureños designados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Su condición de vida

De acuerdo a los datos analizados por LA PRENSA Premium, y partiendo de las 57,000 personas con TPS de 2017, esta comunidad evidencia una participación en la fuerza laboral muy alta, con una tasa del 85%, superando ampliamente el promedio nacional (63%).

En cuanto al desempleo, el índice es bajo, con una tasa del 4%, similar a la de la población total de Estados Unidos. Por otra parte, muchos hondureños son dueños de sus propias viviendas allá.

Aproximadamente 22% de los hondureños con TPS tienen hipoteca, lo que indica un nivel relevante de estabilidad residencial. Eso les ha permitido formar hogares estables y tener descendencia nacida en ese país.

Se estima que los tepesianos tienen al menos 53,500 hijos ciudadanos estadounidenses. De esos que ahora son padres, cerca del 23% llegó a EUA con menos de 16 años, es decir, eran niños o adolescentes al momento de ingresar. Ello los ha hecho sostener una residencia prolongada, ya que el 63% ha vivido 28 años en Estados Unidos.

Calidad de vida

El 98% tiene 25 años o más, lo que refleja madurez, integración laboral y experiencia. Sobre el dominio del inglés, el 85 % habla al menos un poco de inglés, pero solo el 44% lo habla bien, muy bien o exclusivamente.

Respecto a su nivel educativo, solo el 38% completó la secundaria (muy por debajo del promedio de extranjeros en EUA). Apenas un 12% asistió a la universidad o tiene un título.

En el campo de la salud, solo el 40% cuenta con seguro de salud, el porcentaje más bajo entre los tres grupos principales (El Salvador, Honduras, Haití).

Mientras que un pequeño porcentaje se autoemplea, es decir, el 17% de los hondureños en la fuerza laboral tiene un negocio propio, una tasa más alta que la de salvadoreños y haitianos, lo que indica espíritu emprendedor.

En tanto, las cinco principales industrias en las que trabajan los beneficiarios del TPS de estos países son: construcción (51,700), restaurantes y otros servicios de alimentos (32,400), servicios de jardinería (15,800), servicios de guardería infantil (10,000) y supermercados (9,200).

La comunidad de catrachos radica en su mayoría en Texas donde hay unos 8,500 catrachos, Florida aloja a 7,800, Carolina del Norte a 6,200 mientras que California a 5,900.

Las principales consecuencias negativas si se cancela el TPS para estos tres grupos implica que EUA perdería cientos de miles de residentes productivos, contribuyentes y respetuosos de la ley.

Alrededor de 61,000 hipotecas estarían en riesgo inmediato. Cientos de miles de personas, incluidos 273,200 niños estadounidenses y 67,800 que llegaron siendo menores, serían obligados a regresar a países incapaces de reintegrarlos de forma segura.

Perfil demográfico en USA

La Journal on Migration and Human Security (JMHS) es una publicación académica revisada por pares, enfocada en políticas públicas relacionadas con la migración internacional.

Es editada por el Center for Migration Studies of New York (CMS), una institución dedicada al estudio de la migración y las políticas migratorias.

Sobre el TPS y la comunidad hondureña en Estados Unidos (USA), y según el informe de Robert Warren y Donald Kerwin (2017), publicado en la JMHS se estima que aproximadamente 57,000 hondureños residían en USA bajo TPS en ese año. Estos individuos mostraban una alta integración socioeconómica.

Por ejemplo, en cuanto a su participación laboral, el 85% de los hondureños con TPS estaban empleados, superando el promedio nacional.

La mitad de estos hondureños, llevan dos décadas de residencia prolongada en USA. En concreto, más del 50% habían vivido en USA durante más de 20 años. De ellos, muchos tenían hijos ciudadanos estadounidenses y estaban casados con residentes legales permanentes.

En cuanto a sus contribuciones económicas, los hondureños con TPS aportaban significativamente a la economía, especialmente en sectores como la construcción, servicios de alimentación y cuidado infantil.

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Jessica Figueroa
Jessica Figueroa
jessica.figueroa@laprensa.hn

Periodista de investigación, editora y cronista. Con 22 años en el periodismo escrito y multimedia. Con subespecialidades en diseño y edición gráfica e inteligencia artificial.