16/04/2024
08:07 PM

Pandemia disminuye los recursos para educación en América Latina

Economistas instan por presupuesto que priorice la recuperación económica y la calidad de vida. En AL, Cepal advierte que asignación para educación cayó 9%.

    SAN PEDRO SULA.

    La crisis a causa de la pandemia tendrá importantes efectos negativos en los distintos sectores sociales, incluidos la salud y la educación, así como en el empleo y la evolución de la pobreza, alertan organizaciones especializadas.

    Días atrás, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) presentaron el informe La educación en tiempos de la pandemia de covid-19, el cual busca visibilizar las consecuencias para este sector a corto y mediano plazo.

    1,8
    millones de estudiantes entre prebásica, básica y secundaria hay en Honduras, según la Secretaría de Educación.
    También, el estudio pretende plantear las principales recomendaciones para sobrellevar el impacto de la mejor manera posible, proyectando oportunidades para el aprendizaje y la innovación en la educación posterior a la pandemia.

    En la esfera de la educación, la emergencia sanitaria ha dado lugar al cierre masivo de las actividades presenciales de instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación del virus del covid-19 y mitigar su impacto.

    Según datos de la Unesco, a mediados de mayo de 2020, más de 1,200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza, en todo el mundo, habían dejado de tener clases presenciales en la escuela. De ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe

    Asignación para Salud y Educación
    El presupuesto para Educación es de L29,860 millones; la asignación para 2019 fue de 28,988 millones, y el de la Secretaría de Salud es de L15,880 millones para 2020, y en 2019 se le asignó 14,726 millones de lempiras.
    En Honduras son al menos 1.8 millones de estudiantes en los niveles de escolar y secundaria y otros 266,000 de universidades, entre privadas y públicas.

    Especialistas consideran que ahora que la Secretaría de Finanzas (Sefin) está formulando el Presupuesto General de la República para el ejercicio fiscal 2021, para presentarlo antes del 15 de septiembre al Congreso Nacional, el instrumento debe apegarse a la realidad económica que enfrenta el país y también pensando en la pospandemia.

    “Según las proyecciones, la caída de la economía hondureña para el cierre de año será de entre 7 y 8%, una de las más drásticas y como nunca antes, incluso mayor a cuando pasó el huracán Mitch y las crisis sociopolíticas anteriores”, dijo Walter Romero, diputado suplente del Partido Liberal y miembro de la Comisión de Presupuesto del Congreso Nacional.

    Más de dos millones de estudiantes en Honduras se han visto obligados a llevar clases desde casa y apoyados con la tecnología como medida para evitar la propagación de covid-19.
    Aunado al panorama que prevén los organismos multilaterales, el Estado ha reportado una caída en la recaudación tributaria. Al cierre del primer semestre, los ingresos totales sumaron 79,370.6 millones de lempiras y los gastos totalizaron 90,445.3 millones, reportó la Sefin.

    Lo anterior dejó como resultado un déficit de L11,074.7 millones y -1.85% respecto al producto interno bruto (PIB).

    “Honduras debe privilegiar una educación universal de primera. Solo así reducirá la pobreza”: Federico Álvarez. analista
    El proyecto de presupuesto incluyó una reducción del 0.36% de los recursos de la Secretaría de Educación, al pasar del 2.39% en 2019 al 2.37% en 2020; mientras que el gasto de la Secretaría de Salud bajó 0.8%; de 2.39% en 2019 a 2.37% en 2020.

    A criterio de Romero, el presupuesto general del próximo año debe ser menor respecto al del actual ejercicio fiscal, para el que se aprobaron 282,000 millones de lempiras.

    Sin embargo, a la fecha, Finanzas aún no ha hecho público cómo hicieron la reestructuración del actual presupuesto general para atender la crisis sanitaria y tampoco han dado información sobre qué contendrá el del próximo año.

    Cepal-Unesco abordó el tema en estudio presentado hace unos días.

    El reto en la educación

    Ante los retos que enfrentan los Gobiernos en su financiamiento es indispensable contar con los recursos necesarios en la asignación y distribución presupuestal, sostiene la Cepal.

    En términos de financiamiento de la educación, un análisis inicial del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la Unesco (IIPE, 2020) muestra que la crisis provocada por la pandemia del covid-19 tendrá un impacto significativo.

    Primero, en la disminución de la inversión en educación durante la crisis, así como el costo adicional que resulte de ella; y segundo, en una esperada reducción de los recursos financieros disponibles en el futuro para el sector educativo.

    “Salvaguardar el financiamiento para la educación es una prioridad fundamental para proteger a los sistemas educativos nacionales de la exacerbación de las desigualdades en el acceso a la educación y la crisis de aprendizaje”, sostiene el reporte elaborado por las dos agencias de las Naciones Unidas.

    “El presupuesto de 2021 es clave, porque se debería buscar salir de la crisis económica”: Ricardo Castaneda, economista del Icefi
    De acuerdo con la Unesco, según datos disponibles de 25 países de la región -incluyendo Honduras- de no ser por la pandemia, el gasto educativo habría aumentado un 3.6% de 2019 a 2020 (de 514,000 millones de dólares a $532,000 millones).

    Sin embargo, dada la contracción prevista del PIB en la región, la cantidad de recursos disponibles para la educación podría disminuir más del 9% tan solo en 2020.

    El informe hecho por la Cepal y la Unesco señala que es fundamental calcular los costos de los sistemas educativos nacionales y priorizar el gasto, así como garantizar la protección de la educación como un derecho humano fundamental y aprovechar el potencial transformador de la educación, no solo para construir sistemas resilientes, sino también para contribuir a la recuperación social.

    Estrategia

    “El presupuesto nacional debe ser el reflejo de un plan de Gobierno, de una estrategia. El de 2021 deberá reducir sustancialmente el gasto recurrente, invertir más en educación y salud y destinar recursos al rescate del sector productivo, para salvar empleos. Sin más deuda”, dijo el analista Federico Álvarez en su Twitter.

    El también expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) agregó que “el covid-19 aumentará la desigualdad social, no solo en el acceso a los bienes públicos, como salud, educación, alimentación y vivienda, sino que también el acceso a la seguridad y la justicia se verán directamente afectados. Debemos tener un país más inclusivo”.