Esquipulas, Guatemala.
En la colonia Quirio Cataño, de la ciudad de Esquipulas, Guatemala, once voluntarios reciben todas las tardes en la Casa del Migrante José a decenas de personas que deciden pernoctar, recobrar fuerzas y comer para continuar su viaje hacia México.
El albergue tiene dos años de funcionar y los encargados cuentan que les ha tocado enfrentar el éxodo de migrantes, especialmente de hondureños, quienes en el último mes no están llegando como antes, explica a LA PRENSA la coordinadora del albergue, Judith Ramírez.
“Hemos visto que desde el 28 de junio ha bajado el flujo de los hondureños llegando a Esquipulas. Los haitianos sí están llegando y cubanos también, pero es notorio que los hondureños no están pasando. Creemos que es por los controles que está realizando el Ejército y la Policía Nacional Civil, que han estado bajando los migrantes de los autobuses”, dijo Ramírez.
Los férreos operativos están obligando a que los migrantes y las redes de tratantes de personas utilicen otros caminos para evitar los controles y esto sería el motivo por el que no se vean a hondureños en este refugio.
Solidaridad
El albergue ayuda a los migrantes que llegan desde Honduras. Este es el primer punto de descanso que encuentran en la ruta migratoria hacia Estados Unidos
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“Se están buscando migrantes, a todos los están reteniendo. Guatemala no quiere migrantes, no los están dejando pasar. Los hondureños están alertados que los están devolviendo y por eso están tomando otras rutas. Se van por puntos ciegos porque en las carreteras hay controles. Los van arrinconando de manera que no salgan de sus países”, dijo Ramírez.
El cierre de filas que Guatemala hace a los migrantes para los chapines es la señal que su país se convertirá en el muro de contención para los indocumentados. “Se les cierran oportunidades, les están complicando el camino”, dijo Celeste González, vecina de Esquipulas.
Solidaridad. Pero en la población y especialmente en la Prelatura de Esquipulas a través de la Comunidad Benedictina, montan un muro, pero de amor, apoyo y solidaridad hacia los migrantes que están llegando a la Casa del Migrante José.
Ante la demanda, el espacio es insuficiente y actualmente buscan un refugio con mejores condiciones, en un terreno donado por la Basílica de Esquipulas, donde planifican construir un edificio propio, diseñado para atender a los migrantes y que se ubicará en la ribera del río Los Milagros.
Datos
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“No desmayamos en dar el apoyo a nuestros hermanos migrantes y por eso va la construcción del edificio que contará con espacio permanente para 120 personas, con áreas para hombres, mujeres, familias y personas con necesidades especiales, clínica médica, una capilla y un comedor, el cual puede funcionar como salón para talleres de capacitación en oficios y de esa manera minimizar la migración”, explicó Rocío García, asesora legal de la Casa del Migrante José.
Esquipulas es el primer punto fuera de Honduras donde los migrantes llegan, allí encuentran apoyo, un techo y comida, cuando van en tránsito rumbo a Estados Unidos en busca del sueño americano.