26/04/2024
10:09 AM

Abril, el más funesto para bosques hondureños

Este año los departamentos más afectados son Francisco Morazán y Gracias a Dios. Son 46,592 hectáreas destruidas en lo que va de 2022. El 90% son provocados

San Pedro Sula, Honduras.

Entre las altas temperaturas del verano y el humo tóxico de las llamas provocadas, por lo general por pirómanos, el bombero sampedrano José Castro y sus compañeros combaten casi a diario incendios en áreas forestales y zacateras.

Junto con otras instituciones como Fuerzas Armadas, municipalidades y voluntarios que viven en las zonas vulnerables, el Instituto de Conservación Forestal (ICF) mantiene cuadrillas de vigilancia y respuesta.

Son largas horas las que lleva controlar un incendio forestal, la falta de equipos y maquinarias especiales, en el caso del Cuerpo de Bomberos, imposibilita el combate. Por ejemplo, si un siniestro se localiza en zonas como El Zapotal, en la parte alta de El Merendón, apagarlo es una tarea titánica, ya que es una zona de difícil acceso por su topografía.

La Unidad de Datos e Investigación de LA PRENSA analizó una base de datos de la ICF que data desde 2014 hasta febrero de 2022, y en ella se encontró que de 8,848 incendios a lo largo de estos años, el 73% fueron combatidos contra un 19% sin respuesta.

Alrededor de unas 46,592 hectáreas han sido deforestadas por incendios en lo que va de 2022. Desde enero hasta el 30 de abril se han registrado 195 incendios. Esta cifra podría aumentar según el ICF, que lleva un registro diario de incendios y daños en las zonas a través de denuncias oficiales, pero estas suelen incrementarse cuando se reactiva el fuego o en otros casos, cuando se aproximan a conocer la zona y ven que el daño es aún mayor de lo reportado.

Históricamente a nivel nacional, los municipios con mayor cantidad de incendios forestales son el Distrito Central con un promedio anual de 163.7; Yoro con 68.6 y Puerto Lempira con 59.1.

Dentro del valle de Sula, San Pedro Sula encabeza con un promedio de 20.1, superando a municipios como Santa Cruz de Yojoa y Villanueva.

199 incendios

forestales hubo en Semana Santa. Durante la época de verano, las cuadrillas intensifican la labor de sofocar quemas de zacateras y bosques.

Los datos señalan que abril es el mes más funesto para los bosques nacionales, por ejemplo, solo en un día, el 12 de abril de 2020, hubo 33 incendios, días después, el 20 de ese mes se registraron 31 incendios forestales.

Estos comportamientos se repiten todos los años, iniciando desde marzo y culminan hasta julio. Este año, abril también es el más “prendido”, según consta en las imágenes que ofrecen los satélites S-NPP & NOAA-20 que registran los incendios en tiempo real.

A nivel departamental, el reporte anual muestra que Francisco Morazán es el que mayor incide en la deforestación de bosques por incendios. Solo en 2015 hubo un pico de 471 siniestros superando a Olancho con 377 ese mismo año y Yoro con 210 en 2016. El cuarto departamento es Gracias a Dios que lleva este año unos 54 incendios.

En ocho años analizados, la tendencia muestra que el 66% de afectación ocurre en tierras privadas. La tierra nacional es la segunda afectada con el 19% y la ejidal con el 15%. En 2022, el ICF lleva registro de unas 129 microcuencas y 66 áreas protegidas afectadas.

Pirómanos

El 90% de estos incendios es causado por los humanos, de los cuales se categorizan principalmente como pirómanos e incendiarios, estos últimos son una cantidad considerable, ya que son parte de la quema provocada por algún interés sobre la tierra como los cultivos y el ganado.

11,926 personas

han trabajado
en el combate de incendios, entre personal del ICF, Fuerzas Armadas y otras instancias en lo que va del año.

Las llamadas quemas controladas, terminan siendo “descontroladas” según el comandante del Cuerpo de Bomberos de San Pedro Sula, Jorge Turcios.

Él precisó que en este año, la quema forestal disminuyó en el valle de Sula, específicamente en San Pedro Sula, solo han atendido dos incendios forestales controlándolos a tiempo.

Esta versión coincide con la del director de la Gerencia de Ambiente de la Municipalidad de San Pedro Sula, Luis Beltrán, quien menciona que la afectación es de menos de una manzana de bosque.

A pesar de que enero es un mes fresco y lluvioso, el satélite detectó incendios en casi todo el país. Los fuegos son de menor duración.

“Estamos sorprendidos, todos los días recibimos denuncias de la población, si un árbol se corta lo denuncian”, destacó.

" “Al detectar un incendio forestal no actúe por cuenta propia. debe alertar al 911”. "

Estos expertos coinciden en que la disminución se debe a las condiciones inestables de clima y la cooperación impulsada dentro del Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor) un grupo integrado por miembros de las Fuerzas Armadas, Cuerpo de Bomberos, ICF, Copeco, empresa privada, municipalidades, voluntariado y cuadrillas capacitadas por el Departamento de Protección Forestal de Estados Unidos (USDA).

Pese a estas mejoras, el reto aún es grande ya que, según el vocero del Cuerpo de Bomberos, Óscar Triminio, en Honduras “los incendios siguen, no se cuenta con equipos suficientes para hacerles frente. Pero nos toca sumarnos”.

Educación ambiental

La Gerencia de Ambiente de San Pedro Sula, ICF y el Cuerpo de Bomberos coinciden en seguir trabajando con la población a través de la educación y la concientización del cambio climático, programas escolares, difusión en medios de comunicación, material de imprenta, charlas, entre otros.

Según Fanny Mejía, técnica de Protección Forestal del ICF, “los principales impactos a causa de los incendios forestales son directamente sobre la cobertura vegetal e indirectamente en los ciclos de producción del agua, la purificación del aire, erosión del suelo, los cambios drásticos en temperatura, los que a su vez afectan la fauna existente y salud de las personas”.

Los expertos forestales explican que el tiempo que tarda un bosque para reponerse depende mucho de la intensidad del incendio y los daños que haya causado, pudiendo pasar años para su completa recuperación.