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Todo “desde ayer”

  • 18 octubre 2022 /

    Nada de distracciones y mucho menos poses y discursos escénicos que suficiente tenemos al más alto nivel y en el ámbito de la política partidista donde los dirigentes se autoproclaman remedio universal. Claro que es urgente la reparación de los bordos que ni siquiera aguantaron las lluvias. Las primeras nada inusuales en la época y las de hace unos días asociadas a un fenómeno natural que enfiló hacia el sur para alivio del valle de Sula.

    La tarea inmediata exigida por las recientes desgracias y las previsiones lógicas no debe fraccionarse, como lo hacen quienes crean y practican estrategias de entretenimiento con resultado final que no cambia el pasado, sino que lo agrava porque se marcó y siguió la ruta de hace medio siglo.

    Claro que es necesario la reparación de los bordos, pero la tierra amontonada en la ribera no resistirá. También la limpieza del caudal de los dos grandes ríos es tarea pendiente. El discurso por años no salió de oficinas o reuniones de grupos técnicos, destinados al fracaso porque todo estaba más enturbiado por la política que las aguas revueltas en las llenas. También sale a escena la reforestación en las cuencas alta y media para disminuir la gran cantidad de sedimento arrastrado que eleva el fondo y así las defensas de azúcar no aguantan.

    Son muchas las necesidades, pero cada una de ellas tiene su objetivo limitado sin interferir directamente en el desarrollo de otras tareas. Llamó la atención que desde el sector de empresas de la construcción se marque implícitamente la diferencia entre el dragado de los ríos calificando esta labor de urgente, dejando para “después” la construcción de las represas sobre la que recae la responsabilidad del gobierno y la demanda con prioridad del valle de Sula.

    No es aquello de que las represas para regular las crecidas van a centrar exclusivamente la atención. Hay que atender todo los demás, pero la sabiduría de la experiencia inmediata, cercana y lejana da cuenta de que el discurso y las promesas siguen. Quizás la vista de los bordos sea bonita. La regulación de las aguas requiere, según decía una fuente oficial, por lo menos cinco años si se trabaja “desde ayer”.

    Hablar de la integración de una unidad técnica para las represas y rematar la expresión con “el dragado es urgente” es recomendar el mismo surco para idéntico cultivo, la devastación que con el cambio climático será más frecuente y con mayor costo humano y familiar. No es que sospechemos o seamos desconfiados, pero llama la atención la visión cortoplacista. Bordos, dragados, reforestación y represas, todo “desde ayer” para evitar desgracias mayores.